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Navantia, Estrella Galicia, CIE y Jealsa son ejemplos a destacar en industria 4.0

[Vía El Correo Gallego]

El director de esta firma de servicios líder en ingeniería industrial explica que han contribuido a que empresas gallegas como MGI Coutier, GKN Driveline, CIE Galfor, Viza, Leche de Galicia, Frinova, Frigolouro, Pescanova, Coren o Santos Cocina y Baños, entre otras, definan su fábrica del futuro. Aliado de clústers como el del motor, Ceaga, y escuelas de negocios, su objetivo, nos explica, es ayudar a que Galicia alcance la excelencia operacional en la cuarta revolución industrial.

Entre las grandes ventajas está el incremento de la productividad y la rentabilidad de los negocios. Los robots se destinan a tareas repetitivas, que pueden automatizarse y en las que su productividad es superior a la del ser humano. De esta forma, además, el ser humano puede especializarse en tareas de mayor valor añadido.

¿Y la digitalización? Nos permite transformar y hacer evolucionar los negocios. Las tecnologías digitales son las herramientas, los habilitadores en los que sustentar el cambio. Es fundamental que la empresa defina un objetivo, establezca hacia dónde se quiere dirigir, en qué se quiere convertir y, una vez lo tenga claro, elija herramientas que le permitan alcanzar el objetivo.

¿Y qué hándicaps?  Más que de hándicaps, me gustaría hablar de riesgos a tener en cuenta. El primero es la falta de sentido común. Hay muchas empresas que quieren evolucionar hacia el paradigma 4.0, pero no saben bien cómo y piensan que la simple adquisición e implantación de tecnología va a permitirles alcanzar ese objetivo. Olvidan que la tecnología es un medio. Nunca un fin. Para acometer ese proceso con éxito, primero deben plantear una estrategia, es decir, en qué quieren transformar su negocio, ver cuál es el punto de partida y, entonces sí, seleccionar la tecnología (herramientas) en las que sustentar esa transformación.

¿Y cuántos humanos sobramos frente a las máquinas?

Ese es el segundo riesgo, no preparar a las personas para esa transformación. Los seres humanos no sobran en las fábricas actuales y serán una parte fundamental de las mismas en el futuro. Lo que hay que hacer es preparar a esas personas, hacerlas evolucionar por medio de la formación. Los robots realizarán una serie de tareas y, por tanto, se destruirán empleos, pero también es cierto que la entrada de los robots en las fábricas traerá consigo la creación de nuevos puestos de trabajo.

Pasamos del que viene el lobo… a que vienen los robots…

Ante el alarmismo y pesimismo inicial, cada vez surgen más estudios que señalan que el saldo final de la robotización en creación de empleo será positivo. Según el último estudio al respecto del Foro Económico Mundial, en las grandes empresas la automatización acabará con 75 millones de empleos y creará 133 millones, con un saldo positivo de 58 millones. Esto pone de manifiesto que no hay que tener miedo al cambio y sí prepararse para afrontarlo.

¿Y cómo lo afrontamos?

Los nuevos modelos industriales requerirán de una evolución del ser humano. En la planta de producción los operarios evolucionarán a operarios 4.0. En Sisteplant los denominamos «personas aumentadas» gracias a la tecnología, y desempeñarán un papel más parecido al del ingeniero de procesos que al del operario tal y como lo conocemos hoy en día.

¿Cómo valoran la situación de Galicia y de nuestra industria? ¿Aún muy 1.0 o camino del 4.0?

En Galicia se han hecho cosas importantes. Se va por el buen camino en materia de transformación hacia el paradigma 4.0. Según un estudio de Xunta, Igape y Atiga más del 37% de las empresas gallegas han iniciado el camino hacia la industria 4.0. Esto quiere decir que han realizado alguna acción. Es cierto que solo un 11,5 % ha puesto en marcha una hoja de ruta con su plan de transformación hacia la industria 4.0 y que queda camino por recorrer, pero como decía antes, van por el buen camino.

¿Y ejemplos prácticos?

Hemos visto algunos en la jornada que celebramos hace unos días en Santiago, en la que presentaron sus innovadoras experiencias empresas gallegas de diferentes sectores como Navantia, Estrella Galicia, CIE o Jealsa. Navantia, puede ser tomado como un referente respecto a cómo se puede articular la transformación digital en el naval. Representantes de Estrella Galicia explicaron cómo obtienen información en tiempo real sobre la experiencia de sus consumidores para avanzar en personalización, una de las premisas de la industria 4.0. En CIE están en plena transformación y en su fábrica e Ourense implantan una célula 4.0. En Jealsa han avanzado enormemente en trazabilidad y hoy en día disponen de información específica sobre cada lata de conservas y hasta qué pesquero exacto fue el que ha capturado su contenido.

¿Qué sectores ve más fuertes?

Hay algunos sectores que siempre van por delante en innovación y la industria 4.0 no iba a ser una excepción. Son aeronáutica, automoción y generación de energía. En naval y alimentación hay experiencias muy relevantes y se están viendo también grandes avances.

¿Y empresas a destacar?

Cualquiera de las empresas mencionadas sirve de ejemplo.

Y en mentalidad… ¿Somos conscientes de lo que se avecina?

Yo diría que sí. Ha costado, pero las empresas cada vez son más conscientes de que si no dan el paso, están abocadas al fracaso.

Estamos viendo la amenaza de cierre a una planta 1.0 en Galicia, la de Alcoa en A Coruña. ¿Tendría más garantías de haber invertido en su transformación digital?

Sería muy aventurado por mi parte realizar un diagnóstico de esas características. No obstante, es cierto que aquellas empresas que no realicen la transformación digital irán perdiendo ventaja competitiva y su futuro será bastante poco prometedor. En algunas ocasiones la estrategia competitiva de una empresa se reduce a la mejora de la productividad y el coste. Esto es necesario, pero es más importante encontrar factores diferenciales basados en el aporte de valor. Esto último sí que evita deslocalizaciones y cierres.

¿Por qué ahora nos debe entrar prisa a los gallegos por abordar la cuarta revolución industrial?

Por varias razones: la primera es para no quedarse atrás con respecto a otras regiones y perder competitividad. La segunda porque la industria gallega está atravesando en este momento por un proceso de crecimiento en facturación y contratos y sería muy positivo aprovechar ese viento de cola para ponerse manos a la obra. Y en tercer lugar y muy importante, se empiezan a observar signos de desaceleración económica y cuanto más avanzada esté una empresa en su transformación digital, menos sufrirá ante una nueva crisis económica.

¿Y qué papel deben jugar nuestras administraciones?

Una labor de concienciación y evangelización, incluso ofrecer algunas ventajas en materia fiscal para animar a iniciar el proceso, pero las propias empresas deben ser responsables de su evolución y su futuro. No deben esperar a que otros, en este caso la administración, decidan cuándo llega el momento de arrancar el proceso. Los proveedores también tenemos un papel importante, pues debemos orientar con honestidad a las empresas sobre el camino a seguir y las herramientas a utilizar.

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