
La industria metalúrgica de Galicia y Portugal necesita 28.000 obreros especializados
[Vía La Voz de Galicia]
La industria metalúrgica lusa busca en Venezuela y en excolonias los más de 25.000 obreros que precisa
La asamblea de los industriales se celebró en la sede de Asime en Vigo
Los empresarios del sector del metal de Galicia y Portugal, agrupados en la Federación Lusogalaica de Industriales Metalúrgicos (Feluga), realizarán acciones coordinadas para afrontar su principal reto durante los próximos años: conseguir mano de obra especializada. Estiman en unos 28.000 los trabajadores que se necesitan, 3.000 de ellos en Galicia y 25.000 en Portugal. Y es que el sector está repuntando, según los empresarios, que cifran entre un 2 y un 5 % el crecimiento de su actividad para este año a punto de concluir.
Las necesidades de mano de obra fueron detalladas por los responsables de Feluga en la asamblea de la federación, celebrada ayer en la sede de Asime en Vigo. Han pactado poner en marcha estrategias conjuntas para mejorar la formación profesional de los trabajadores y hacer atractivo el sector para los demandantes de empleo más jóvenes.
En la asamblea, el presidente de Asime, Justo Sierra, máximo responsable de la compañía de automoción Uro, fue elegido presidente de Feluga. Sierra explicó que ambas asociaciones empresariales están «en fase de estudio de la problemática», ya que los retos de la industria en Galicia y en Portugal son «muy parecidos». Según avanzó, las acciones conjuntas se ejecutarán en varios campos. Por una parte, habrá iniciativas orientadas a la formación, porque «es una necesidad perentoria» y las empresas deben afrontar sus pedidos sin tener personal cualificado. Por otra, se acometerán diseños de proyectos conjuntos en ámbitos de innovación para el sector eólico o el aeronáutico y, finalmente, también habrá actuaciones de cooperación en internacionalización de empresas.
«Somos socios estratégicos»
«Durante la crisis se perdió mucho personal formado y mucho conocimiento», admitió el presidente de Feluga, quien recalcó que las empresas están «peleando para volver a atraer recursos humanos» y para hacer el sector atractivo a los trabajadores jóvenes. «Galicia y Portugal somos socios estratégicos, y los problemas comunes, como el de la falta de personal, se pueden abordar mejor de forma coordinada», sentenció Sierra.
Por su parte, el vicepresidente de Feluga y presidente de la Associaçâo dos Industriais Metalúrgicos, Metalomecánicos e Afins de Portugal (Aimmap), Aníbal Campos, destacó el importante crecimiento de esta industria en el país vecino en los últimos tres años, que ha pasando de exportar unos 12.000 millones de euros a los 18.000 que se prevén en el 2018.
El metal luso se ha convertido «casi en el sector más importante de la industria transformadora», y supone el 18 % del PIB de Portugal. Un crecimiento que está en riesgo por la falta de mano de obra «cualificada y no cualificada».
Buscan en Brasil y Venezuela
Según señaló Aníbal Campos, es la propia industria la que cifra ese déficit en más de 25.000 operarios, y añadió que las empresas están buscando a esos trabajadores en Brasil y otras excolonias portuguesas, así como en Venezuela, país del que están retornando a la Península muchas personas debido a la difícil situación económica que atraviesa en la actualidad. Muchos de estos trabajadores han estado empleados en plataformas petrolíferas y otras industrias metalúrgicas, lo cual hace que tengan una experiencia interesante para poder desarrollarla en el país vecino.
El Sector
Dos mil empresas y 80.000 empleos entres dos países
La Federación de Industrias Metalúrgicas integrada por las patronales gallega y lusa integra dos mil empresas con 80.000 empleos. Las necesidades de crecimiento del sector están a la vista. «Hay un repunte», recalca el presidente de Feluga. Los motivos son evidentes: el tirón que está experimentando Portugal y la recuperación del sector en Galicia, donde el naval perdió muchos efectivos en la época del «tax lease». Entonces, muchos trabajadores, técnicos e ingenieros emigraron al País Vasco y a países del norte de Europa.