El metal gallego asalta el nicho de la defensa y prevé más de 10.000 empleos en diez años
El sector de la aeronáutica es hoy uno más entre los muchos de la industria gallega. La entrada no fue fácil, especialmente por las complicadas barreras iniciales, pero aquellos que dieron el salto y hoy son un referente en el territorio gozan de una estabilidad en cuanto a la carga de trabajo, son conocidos más allá de las fronteras españolas y acaparan la mirada de potenciales clientes. Aquella transición que realizaron algunas firmas centradas en la automoción o en el metal en general se ha dado en los últimos años también con las renovables, principalmente la eólica, y tiene ahora un nuevo objetivo entre ceja y ceja: la industria de la defensa y seguridad. «Queremos que en los próximos 10 años haya más de 250 empresas y más de 10.000 trabajadores en este sector en Galicia», aseguró el secretario general de Asime, Enrique Mallón.