Zona Franca retoma el proyecto para crear un recinto de libre comercio en parte de la Plisan
[Vía Faro de Vigo]
Regades quiere atraer inversión internacional con beneficios fiscales en impuestos a las empresas que se instalen en el parque, como tienen en Bouzas y Balaídos – Una veintena de firmas solicitaron información para asentarse.
La Zona Franca ha rescatado el proyecto para crear en terrenos de la Plisan en Salvaterra el tercer recinto de libre comercio del Noroeste, junto con los que ya gestiona en Bouzas y Balaídos. El objetivo, atraer inversiones extranjeras asegurando a la industria bonificaciones fiscales en impuestos, con la vista puesta sobre dos sectores principales: la automoción y la pesca y sus derivados (industria de transformado y elaboración). Hasta la fecha, algo más de una veintena de empresas ya han solicitado información sobre la Plisan al departamento que dirige David Regades, que acaba de adjudicar el proyecto de parcelación de la segunda fase del mayor polígono de Galicia a la viguesa Urbing y mantiene los plazos de finalización de la urbanización para finales de año y principios de 2020.
Desde el Consorcio reconocen que ya han puesto en conocimiento de varios sectores, entre ellos el pesquero, su intención de retomar los trámites con el Ministerio de Hacienda para solicitar la creación de este tercer recinto franco, un proyecto que ya había llegado a tramitarse en 2015 pero que no llegó a ponerse en marcha. Zona Franca considera que las bonificaciones fiscales de estas áreas tax-free pueden ser un elemento crucial para atraer inversiones extranjeras como la que proyecta la conservera viguesa Albo en terrenos de la segunda fase del polígono, pero también otros relacionados con las industrias del metal y la automoción.
En los recintos francos, las empresas pueden recibir la materia prima de terceros países sin el coste económico y financiero que implica el pago de aranceles o el IVA para las mercancías que no serán consumidas dentro de la Unión Europea (UE). También facilitan una reducción del coste financiero de aportación de avales, en relación a otras figuras aduaneras. Y en cuanto a las mercancías comunitarias, se les puede aplicar la exención de IVA o beneficiarse de incentivos a la exportación, según fuentes consultadas. Estas bonificaciones fiscales, sobre todo las relacionadas con los aranceles de importación y exportación, son reclamaciones históricas del sector pesquero vigués y de su industria transformadora.
La urbanización, en marcha
Una vez resuelta la seguridad jurídica del polígono tras la enésima sentencia del Supremo, que se solventó tras un acuerdo entre los promotores (Xunta, Puerto y Zona Franca) y conllevó un nuevo cambio en la calificación del suelo por mediación del Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS), la urbanización de la primera fase de la Plisan arrancó en febrero y avanza a buen ritmo (en la imagen que acompaña a esta información se puede ver el avance de las obras). A estos primeros 200.000 metros cuadrados concebidos para proyectos empresariales de pequeño y mediano tamaño le seguirán inmediatamente otros 200.000 en una segunda fase para grandes actuaciones, con un tamaño mínimo de las parcelas de 20.000 m2, como recogió este periódico. De hecho, el Consorcio acaba de adjudicar la parcelación de esta segunda fase a la consultora viguesa Urbing.
La Zona Franca mantiene que la urbanización de ambas fases estará completa a finales de año o, como muy tarde, a principios de 2020, y la comercialización de las parcelas arrancaría antes del verano, según destacó la conselleira de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda recientemente en un acto en la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP). En este encuentro, Ángeles Vázquez señaló que con la Plisan se resolverá el déficit histórico de suelo empresarial en la comarca.
Desde el Consorcio lo que sí confirman es que hay un gran interés empresarial en implantarse en el puerto seco, sobre todo de compañías de la pesca y la industria transformadora, el automóvil y la logística. Entre las primeras ya es público el interés del grupo chino propietario de la conservera viguesa Albo, que habría preservado algo más de 70.000 metros cuadrados en la Plisan; mientras que del motor destacó la visita de una empresa especializada en aleaciones metálicas y cliente de la multinacional alemana de componentes ZF-TRW: esta compañía estaría interesada en abrir una planta para suministrar elementos metálicos a partir de aleaciones de magnesio, uno de los principales materiales de los que se componen los volantes de los vehículos, por ejemplo.