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Toque de queda en Vulcano

[Vía Faro de Vigo]

La banca, de la que depende una inyección de tesorería «in extremis», tiene muchas dudas sobre el futuro del ferri

Factorías Vulcano tiene sobre la mesa facturas con empresas proveedoras que debe asumir antes de final de mes para evitar que se inste en su contra un concurso necesario, un proceso forzado de liquidación. Fuentes consultadas por FARO cifran este montante en unos cuatro millones de euros, que es la cantidad que el centenario astillero controlado por la familia Santodomingo -a través de Astilleros La Mecánica- reclama ahora con urgencia a las entidades financieras. No es la deuda total con las auxiliares, que podría superar los diez millones -la cifra varía según la fuente-. Pero en la banca, que ya dio un anticipo a la compañía en septiembre con cargo al ferri que construye para Trasmediterránea, no confían en que otra inyección de liquidez despeje las dudas sobre su viabilidad. Ayer hubo otro encuentro entre la dirección de la empresa viguesa y las entidades financieras, sin ningún resultado.

Como avanzó FARO en exclusiva, la atarazana de Teis ha agotado la tesorería disponible, aunque ha asegurado estar «al día» con las nóminas de sus 79 trabajadores. Según han expuesto a este periódico, las entidades constatan que existe un «conflicto» con la compañía armadora, ahora integrada en Naviera Armas, razón por la que no ha tomado todavía una decisión. A su juicio, otro desembolso «no aclara» que el Villa de Teror vaya a ser entregado conforme al contrato que entró en vigor en abril de 2017. A preguntas de FARO, desde el astillero se limitaron a exponer en que continúan «trabajando para conseguir carga de trabajo y terminar el ferri cuanto antes». Vulcano ha avanzado eso sí que las pruebas oficiales de mar se realizarán «a finales de mes», tras haber aseverado que tanto este hito como la fecha de entrega del buque correspondía determinarlos a Trasmediterránea. La armadora lo ha negado. «Corresponde al astillero fijar la fecha y la de entrega del barco cuando estén concluidos los trabajos». En la construcción naval los desembolsos se realizan por el cumplimiento de hitos: puesta de quilla, botadura, pruebas oficiales, entrega…

El ferri

No es la primera vez que en el sector se especula con que Trasmediterránea no acepte el barco cuando éste esté terminado y al que, según indicaron en Vulcano, solo le faltan «pequeños detalles». Pero estos rumores han cogido más fuerza en las últimas semanas. El buque, de 139,1 metros de eslora con capacidad para 1.505 pasajeros, 450 vehículos y 600 metros lineales de carga rodada, fue iniciado por encargo de Viking Lines en 2007 en la empresa Astilleros de Sevilla, ya desaparecida, y llegó a Vigo en 2013. Entonces Vulcano tenía la esperanza de conseguir una armadora, rematarlo y poner fin a una sequía de contratos de más de un lustro. La fecha inicial de entrega para el Villa de Teror era el pasado 28 de junio, que no se pudo materializar por distintas causas que Vulcano ha atribuido tanto a Trasmediterránea como a Wärtsila, proveedora de los sistemas de propulsión.

De hecho en la atarazana se encomiendan a que el Tribunal Supremo no acepte el recurso de la multinacional de motores, condenada en julio de 2017 a indemnizar a Vulcano por provocar un retraso de 44 semanas en la entrega del quimiquero Vicuña. Según las últimas cuentas anuales de Factorías Vulcano, Wärtsila debería indemnizarle con 3,087 millones de euros «más intereses», aunque la corporación finlandesa presentó recurso en la Sala de lo Civil del alto tribunal. No han trascendido nuevos detalles de este proceso judicial, y tampoco los hay sobre las fechas de ejecución en caso de que se ratifique el fallo condenatorio. Esto es, no hay un horizonte claro de cuándo Vulcano podría cobrar esta indemnización, de ser confirmada.

Del último ejercicio del que se disponen cuentas anuales (2017), el astillero asegura haber presentado 41 presupuestos, sin éxito. Vulcano confió en asumir la construcción de al menos uno de los siete buques con los que Nueva Pescanova renovará parcialmente su flota, y que finalmente fueron asignados en su totalidad a Armón (Vigo y Burela), y se ofreció como subcontrata de Hijos de J. Barreras para ensamblar el casco de uno de los dos cruceros de Havila Kystruten. Pero, como incidió ayer este periódico, en el sector descartan esta opción – «si hay algún problema económico, Barreras se queda sin casco y le hace un roto en las cuentas»-, y creen que Metalships & Docks, de Grupo Rodman, tiene más posibilidades.

 

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