PSA-Vigo pulverizará su récord de producción en 2021 y prepara ya la puja por otro vehículo
[Vía Faro de Vigo]
Puech prevé superar las 547.000 unidades de 2007 con los K9 y el todocamino V20, que permitirá recuperar el turno de noche del Sistema 1 – Balaídos, única fábrica en el mundo con las dos plataformas modulares de PSA.
PSA-Vigo prevé pulverizar su récord histórico de producción de 2007 (547.000 coches) en tres años gracias a sus dos nuevos lanzamientos: las furgonetas K9 y el todocamino V20. Lo aseguró ayer el director de la factoría de Balaídos y del polo industrial ibérico del grupo galo, Frédéric Puech, en el transcurso de una visita de prensa a la planta por su sesenta aniversario (1958-2018). Y admitió que para volver a rebasar la barrera del medio millón de vehículos al año será necesario restablecer el turno de noche en el Sistema 1, lo que permitirá pasar de los 1.800 coches que se fabrican hoy al día a a los más de 2.300 que se ensamblaban hace once años, y ampliar la plantilla.
Puech se mostró muy optimista con respecto al futuro del centro vigués, en el que se han invertido 600 millones en los últimos cuatro años para poner en marcha los lanzamientos de K9 (Berlingo, Rifter-Partner y Combo) y V20 y en la transformación de las instalaciones (sobre todo en automatización de procesos en varios talleres) para adaptarlas a la nueva industria 4.0. Y destacó el papel de Balaídos como cabecera el polo industrial ibérico, que el año pasado fabricó 876.000 coches pero que alcanzará el millón de unidades en 2020, en buena parte gracias al más de medio millón de vehículos que aportará la planta viguesa a partir de entonces.
El centro vigués solo rebasó ese umbral un año, en 2007, con una actividad prácticamente ininterrumpida en las dos líneas de montaje, casi 24 horas los siete días de la semana, con una producción diaria de 2.300 vehículos. Hoy está lejos de esas cifras, con algo más de 1.820 coches al día, pero con la subida en cadencia de las nuevas furgonetas K9 (pasará de 800 unidades diarias a 1.200 a finales de año) y sobre todo tras el lanzamiento del todocamino V20, en otoño del próximo año, PSA-Vigo podría pulverizar su récord histórico (547.000) en 2021. Y para conseguirlo, la planta gallega tendrá que «aumentar el número de turnos y el personal», reconoció Puech, en alusión al turno de noche del Sistema 1, desactivado.
Esta línea se encuentra en la actualidad bajo mínimos, con solo dos modelos en producción (C-Elysée y 301), trabajando en los turnos de mañana y tarde y con una cadencia de 24 coches/hora (hasta julio producía 62 unidades/hora por el tirón de la anterior generación de Berlingo y Partner, que ha dejado de fabricarse para dejar paso a los nuevos K9). Reactivar el turno de noche en este Sistema supondría, por los volúmenes de contratación de experiencias anteriores, la incorporación de unos 900 trabajadores, que se multiplicarían por tres (2.100) en todo el panel de proveedores de la comarca que surte a PSA-Vigo, lo que daría un nuevo impulso a este sector.
A mayores, la planta ya está preparando el terreno para competir por un nuevo vehículo, al margen de los K9 y el todocamino V20 (la próxima generación del Peugeot 2008). El propio Puech resaltó ayer la ventaja que supone que Balaídos cuente con las dos nuevas plataformas modulares del Grupo PSA, la EMP2, en la que se ensamblan actualmente los monovolúmenes C4 SpaceTourer y las furgonetas K9, y la CMP, que se está instalando en Sistema 1 para acoger el lanzamiento del V20, y que en la Península también la tendrán PSA-Madrid y Opel-Zaragoza. De hecho, Vigo es la única planta de la multinacional automovilística francesa que cuenta con ambas plataformas en sus dos líneas de producción, lo que le da ventaja a la hora de pujar por un nuevo proyecto al poder fabricar vehículos de tamaños y características diferentes.
Puech hizo hincapié en que al ser la CMP una plataforma compartida con Madrid, Zaragoza e incluso con Kénitra (Marruecos), el grupo puede conseguir mejores precios de los proveedores (el volumen de compras de mucho mayor, generando economías de escala al negociar para varias plantas), mejorando así su competitividad. La planta de Vigo cerrará este año con una producción aproximada de 410.000 coches, algo menos que en 2017, por la transición de los K9 y la caída de ventas de los sedanes, que ha obligado a programar una semana de parada a finales de octubre, como ya recogió este diario.
De una fábrica artesanal al 4.0
El taller que hace 60 años comenzó su actividad primero en el Puerto y más adelante en Balaídos nada tiene que ver con lo que hoy es PSA-Vigo. Basta con un breve recorrido por la planta para comprobar cómo la digitalización ha ido ganando terreno a la fabricación tradicional. Legiones de vehículos de guiado automático se encargan de transportar las piezas y componentes, desde las naves de logística (donde ya se trabaja con carretillas autónomas guiadas por sistemas láser) al borde de línea; 1.300 robots dan forma a las carrocerías de los modelos vigueses en Ferraje y algunos incluso trabajan codo con codo con operarios en Montaje; los exoesqueletos protegen a los operarios en puestos bajo caja; impresoras 3D fabrican piezas casi en tiempo real; cámaras de visión artificial agilizan las tareas de control… Vigo ya es una fábrica 4.0.