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Navantia insta a las auxiliares a ligar su cambio 4.0 a las F-110

[Vía La Voz de Galicia]

La compañía pública celebró en el CIS un encuentro con 140 firmas interesadas en participar en el programa

La industria naval de la comarca -también de otros lugares de la comunidad- tiene puestas grandes expectativas en la construcción de las futuras fragatas para la Armada española, las F-110, que reportarán diez años de carga de trabajo. Ayer, ese interés quedó patente en una jornada organizada por Navantia en el Centro de Innovación y Servicios (CIS) para explicar el programa y mostrar algunas de las pautas que pueden transformarse en segmento de negocio para las firmas auxiliares. Unos 140 representantes de otras tantas empresas de todo tipo de sectores se dieron cita en este encuentro, en el que el director del astillero ferrolano, Jorge Filgueira, incidió en el incremento del papel que jugará la industria auxiliar a partir de ahora en las obras de la firma pública. En este sentido, explicó que con la aplicación del plan de futuro, se producirá un rejuvenecimiento de la plantilla «que implicará una reducción de capacidad». Por ello, añadió, Navantia «se va a enfocar más en los procesos clave y repartirá más procesos en la industria». Así, tanto dentro de sus instalaciones como en el exterior, las empresas asumirán prácticamente la fabricación de elementos como las tuberías, los cuadros eléctricos y los componentes de habilitación. Todo ello de forma más coordinada con el astillero, con el objetivo común de hacer los barcos en menos plazo y a un coste menor. «Entre todos tenemos que conocernos para identificar capacidades y debemos buscar productos inteligentes», incidió Filgueira.

El director de las plantas de la ría aseguró que Navantia transformará sus instalaciones y sus procesos para fabricar las F-110 bajo el paraguas de la industria 4.0 -con un mayor automatismo- pero no dejó pasar la oportunidad de decirle a los asistentes que «también ustedes tendrán que considerar que deben modernizar sus instalaciones para conseguir esos objetivos».

Como en su día lo fueron las F-100, la Armada quiere que las fragatas del futuro sean el principal tractor de la industria de la defensa. «La F-110 va a ser la respuesta de la Armada a todos los retos a los que se tiene que enfrentar en el siglo XXI», afirmó un representante de la Marina para este programa.

Innovaciones

El director de las F-110 en Navantia, Carlos Blanco, desgranó ante los asistentes las principales innovaciones que presentarán los barcos, como el espacio multimisión que les conferirá mayor versatilidad, la capacidad para producir repuestos en 3D, el «tejido nervioso que va a permitir tener comunicadas a personas y a los equipos en el buque» y los últimos sistemas de control y simulación. Pero además, las futuras fragatas «no solo van a cumplir con los estándares militares, sino también con los civiles, haciendo hincapié en un mayor confort y en un bajo ruido», afirmó.

Menos coste

Pero, además de lograr una reducción de los costes en el proceso de fabricación de los barcos, Navantia también pone el acento en la necesidad de que precisen de un menor mantenimiento y de menor esfuerzo de operación, por cuanto las dotaciones también serán menores. De ahí la importancia de desarrollar equipos inteligentes, que reduzcan la carga a las tripulaciones.

Navantia calcula que este programa reportará cerca de 600 millones anuales al PIB. Aunque el trabajo de ingeniería ya ha comenzado, no se espera que las tareas de construcción se activen en los talleres hasta principios del 2022.

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