Lupeon lleva la impresión 3D al sector aeroespacial
[Vía Expansión]
Lupeon lleva 6 años -dicen sus fundadores- ‘evangelizando’ sobre el potencial de la impresión 3D en aplicaciones industriales. Predicando sobre las virtudes de la fabricación aditiva –como prefieren denominarla– y, sobre todo, ofreciendo resultados tangibles de las prestaciones de la tecnología, han convencido ya a grandes clientes del exigente sector de la automoción y, más recientemente, en el aeroespacial; en este caso, participando en el proyecto que puso en órbita un nanosatélite el pasado mes de diciembre. “Nos sentimos orgullosos de que Alén Space –la start upsurgida de la Universidad de Vigo– confiase en nosotros para la fabricación de dos piezas clave del nanosatélite”, explican en la firma. El éxito de esa colaboración, aseguran, “desmonta el mito de que la fabricación aditiva está orientada a la fabricación de prototipos en lugar de a piezas funcionales”.
Los promotores –Luis Mandayo y Adrián Sánchez– comparten hoy sociedad en Lupeon con el vigués Grupo Vicalsa. Con una plantilla que alcanza las veinte personas, la firma duplicó su facturación en 2018 superando ya los 400.000 euros. “La previsión es seguir creciendo de forma ordenada y sostenida”, señala Luis Mandayo, CEO de la compañía, que ve más que factible que este año fructifique el trabajo de los últimos meses y vuelvan a duplicar ventas. “Un objetivo para este año es seguir creciendo en equipo y consolidar la oficina de ingeniería que abrimos hace unos meses en Madrid”, explica. Un hito para la firma que también consiguió el pasado ejercicio la certificación de calidad ISO 900: “Nos sitúa como una de las pocas empresas de fabricación aditiva en España con este certificado”, comenta Mandayo.
En ese horizonte de crecimiento también jugará un papel importante su participación en el programa Business Factory Aero (BFAero). Elegidos como uno de los seis finalistas, Lupeon entra en la fase de aceleración con un objetivo: tener casos de éxito de implantación de la propuesta que presentaron. En esencia, explica el directivo, proponen hacer una reingeniería de piezas que hoy se hacen de una forma convencional, para hacerlas por fabricación aditiva. “Podemos aportar valor aligerando componentes estructurales de los drones, UAV o incluso en el espacio”, dice.
Algo similar a lo que hicieron en el sector de automoción con la BFA, donde desarrollaron garras robóticas ligeras que ya se están utilizando en los lineales de producción de automóviles, pero también en otros sectores. “No estamos atados a un único sector y, de hecho, empezamos a tener clientes del sector energético y el de alimentación”, concluye.