«Los fabricantes alertan del daño a la automoción por el cerco al diésel»
[Vía: Expansión]
INDUSTRIA. El sector exige pactar con el Gobierno la evolución hacia el vehículo verde y advierte de que mensajes contradictorios pueden poner en peligro futuras inversiones para ensamblar nuevos modelos.
“La incertidumbre sólo puede provocar que perdamos oportunidades de nuevas adjudicaciones de modelos y, con ello, que nuestra industria se debilite gravemente.” Con estas declaraciones, José Vicente de los Mozos, presidente de la patronal Anfac, alertó ayer de los efectos de la eventual restricción de los vehículos diésel en España. Hay una fuerte preocupación en el sector tras la afirmación, el miércoles, de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, de que el “diésel tiene los días contados”.
Con 2,85 millones de unidades, España fue en 2017 el octavo fabricante de coches del mundo y el segundo de Europa, por detrás de Alemania, con 5,64 millones de turismos. Anfac recuerda que 1,2 millones de vehículos al año que se fabrican en el país son diésel y reclama pactar la evolución que debe vivir el sector hacia las energías limpias (posiblemente, el coche eléctrico y el híbrido).
La patronal subraya “las graves consecuencias e implicaciones que las manifestaciones del nuevo Gobierno pueden tener” sobre el empleo –más de 40.000 trabajadores directos– y las propias plantas. Según sus datos, el 9% de la ocupación y el 10% del PIB de España dependen de esta industria.
CONSENSUAR PREVIAMENTE
“Antes de hacerse cualquier comentario hay que ir con cuidado porque puede tener consecuencias graves para la industria y los consumidores”, apunta en la misma línea el presidente del Club de Automoción de Esade Alumni, Joan Miquel Melagelada. UGT, que tildó de “inaceptables” las palabras de la titular de Transición Ecológica, exigió que las “medidas de calado” se “consensúen previamente” con todos los agentes.
De forma progresiva, todas las compañías están comenzando a fabricar vehículos eléctricos, aunque el salto al vehículo sin emisiones no se producirá de un día para otro. Un modelo eléctrico es todavía más caro, si
bien necesita menos mantenimiento. La tecnología no permite largos desplazamientos y para cargar un coche completamente se necesitan varias horas.
Las administraciones están lanzado señales cada vez más claras al mercado de que el futuro pasa por los vehículos limpios –la distinción entre diésel y gasolina quedaría superada– y, mientras no llega ese momento, se plantean restricciones al tráfico en las entradas, a la circulación y al estacionamiento en las grandes ciudades, por ahora, en los días de más contaminación.
Una portavoz de Transición Ecológica matizó ayer que las palabras de la ministra se referían a una pregunta sobre la ciudad de Madrid y que no existe ningún plan o calendario concreto, por ahora sobre el diésel. Sí que reconoció que, en la foto final, el coche verde habrá suplantado al de gasolina o diésel, que se trata de un movimiento que afecta a toda la Unión Europea y que las medidas que se puedan tomar serán variadas.
El Gobierno prevé elevar los impuestos al diésel para equipararlo a la gasolina porque, según los estudios, emite más partículas –las más perjudiciales para la salud–. No obstante, los expertos señalan que un coche recién matriculado contamina prácticamente lo mismo con independencia de que sea de diésel o de gasolina, aunque escándalos como el del diésel que afectó a Volkswagen lo ponen en entredicho. También indican que el problema radica en la antigüedad media del parque automovilístico, que se sitúa en los doce años. Además, todos los camiones usan diésel.
En el sector sentaron como un jarro de agua fría las palabras de Ribera y exigen acordar cómo se tiene que realizar la transición. El malestar es mayor ya que el pasado martes, el vicepresidente de la patronal, Mario Armero, se reunió con la ministra para explorar “conjuntamente un nuevo modelo de cero y bajas emisiones y para atacar el envejecimiento del parque automovilístico”. Armero se reunió ayer mismo con la ministra de Industria, Reyes Maroto, quien, según Anfac, se comprometió a apoyar a la industria para atraer inversiones.