«La relación entre Galicia y Portugal es un ejemplo para toda Europa»
La Voz de Galicia
El incansable Marcelo Rebelo de Sousa ha transformado la manera de ejercer la Jefatura del Estado en Portugal, acercándola a la calle, a los problemas de los más necesitados y alejándola de los pasillos del palacio de Belém, sede de la presidencia, y de los pesados y ceremoniosos discursos oficiales de antaño. Con inteligencia y preparación académica, el Profesor, como se le denominaba antes de ser elegido para su actual cargo, ha llenado su agenda oficial al máximo posible para conocer de cerca lo que se cuece en cualquier punto de Portugal. Es común verlo nadar en su playa de siempre, en Cascais, o de compras en unos grandes almacenes españoles de Lisboa.
Católico practicante, es amigo desde su juventud del secretario general de la ONU, Antonio Guterres. Y no esquiva la responsabilidad: sus habituales afectos dieron paso, en octubre pasado, a un tirón de orejas y ultimátum al Gobierno de su exalumno Costa, exigiéndole una petición de disculpas a los portugueses y un cambio drástico en la política forestal y de combate, tras la tragedia de los incendios. En su afán por dar voz, a quienes no la tienen, pasó la última Navidad con los afectados por el fuego.
Y desde su posición, no pierde vista Galicia, territorio que conoce bien.
-¿Cómo están las relaciones económicas y comerciales entre España y Portugal?
-Pues en un momento magnífico en el dominio de las exportaciones e importaciones, inversiones y del sistema financiero. También en las relaciones a nivel local, regional y transfronterizo, con Galicia, evidente y naturalmente, y con las otras regiones fronterizas con Portugal. Se han convertido en un ejemplo para toda Europa. Desde hace 30 años ha habido un crecimiento espectacular entre el flujo comercial y económico entre los dos países. Sobre todo, desde finales de los años noventa hasta hoy, que solo disminuyó un poco durante el rescate de Portugal y la crisis española.
-¿Cómo valora el fenómeno transfronterizo entre Galicia y Portugal?
-Muy positivamente. La colaboración política, económica, social y cultural entre zonas transfronterizas tan próximas como Galicia y la región norte, o entre Castilla y León, Extremadura y Andalucía, con la región centro y el Alentejo, han dado paso una relación intermedia fortísima, entre las zonas raianas de ambos países que se ha potenciado mucho las tres últimas décadas. Esta relación está más consolidada con Galicia, aunque está creciendo mucho también en el resto de la raia.
-¿Se puede estrechar aún más la colaboración entre Galicia y Portugal, tras el anuncio de la próxima apertura de una delegación de la Xunta en Lisboa?
-Sí, desde luego. Como le decía, además de las relaciones bilaterales ibéricas a nivel estatal, municipal y regional, hemos pasado también a potenciar lo transfronterizo, según las zonas de frontera, lo que hace pensar que la relación comercial y económica seguirá creciendo. Hasta tal punto que el primer ministro portugués, Antonio Costa, cuando mira hacia Europa, desde el interior de Portugal, dice que las relaciones transfronterizas están en el centro, entre el litoral portugués y la realidad del interior español. Lo que demuestra que en el discurso político luso ya ha entrado la idea de la gran conexión que existe entre las realidades transfronterizas, como la de Galicia y el norte de Portugal. El aumento va a ser natural, desde que haya crecimiento económico en los dos países.
-¿Qué conoce de Galicia?
-Conozco prácticamente toda Galicia, que llevo visitando desde niño. La familia de mi padre era minhota, del otro lado del Miño, y los minhotos y los gallegos, como sabe, son hermanos muy próximos, en algunos aspectos casi siameses. Por ejemplo mi familia siempre ha tenido la costumbre de pasar muchas fiestas religiosas en Braga, quien dice Braga, dice Galicia y Santiago de Compostela, donde he estado en varias ocasiones visitando al Apóstol.
-¿Qué le parece la promoción turística conjunta que están haciendo España y Portugal de los Caminos de Santiago, y también de otros destinos transfronterizos?
-Creo que es una idea muy acertada y la apoyo. El próximo 4 de mayo asistiré en Évora a una cerimonia de potenciación y difusión de uno de los Caminos de Santiago en Portugal, que parte de Évora. Ya que en Portugal hay varios caminos que atraviesan varias regiones lusas desde el Algarve, pasando por el Alentejo, la región centro, Oporto y el Miño. Por eso ayudaré a potenciar estas rutas medievales de norte a sur de Portugal siempre que me lo pidan.
-¿Y ha hecho alguna vez el Camino de Santiago, o se lo plantea?
-La verdad es que nunca lo he hecho, y me hubiera gustado mucho. Solo he sido peregrino en la parte final, ya en Compostela [risas]. Es una laguna que tengo en mi vida, aunque dudo que con esta edad lo consiga hacer en algún momento.
«Desde el primer momento hemos mantenido todo el apoyo a España en la crisis de Cataluña»
Preguntado sobre la situación política en España y el papel que está desempeñando el jefe del Estado español, Felipe VI, el presidente portugués es claro: «El monarca español está actuando con mucha sensatez, cautela y sentido de Estado en un tema tan delicado como la crisis independentista de Cataluña… Y tan complicado para España». Días antes de viajar a Madrid y a Salamanca, en visita oficial entre el 16 y el 18 de abril, afirma: «Valoro mucho el papel de Felipe VI. No es casualidad que los últimos dos años nos hayamos visto diez veces, en Portugal, en España, en la ONU y en la Cumbre Iberoamericana». Y continúa para explicar esa relación: «Felipe VI fue mi invitado de honor durante mi toma de posesión, visitó Portugal, meses después y asistió al funeral de estado del ex presidente Mario Soares, en enero del 2017. Y tampoco es casualidad, que Antonio Costa y yo viajáramos a Barcelona tras el atentado de agosto pasado. A lo que hay que añadir las excelentes relaciones entre los Gobiernos de Rajoy y Costa, a pesar de ser de familias políticas diferentes».
Sobre el apoyo del Ejecutivo portugués al Gobierno español, en la crisis de Cataluña, Rebelo de Sousa recuerda: «Hemos mantenido desde el primer momento la misma posición clara de apoyo a España. Tenemos una relación tan fuerte y fraterna, que va más allá de la vecindad, y de amistad, con el país vecino y con el rey de España, por eso tratamos a ese amigo y hermano de una manera fraterna y no nos entrometemos en sus cuestiones internas, que son del Reino de España, tiene su Constitución, sus leyes e instituciones y funcionan, como no nos pasaría por la cabeza que España se metiese en nuestras cuestiones internas».