La pesadilla del Quijote: molinos como dos torres de Hércules para exprimir el viento
[Vía La Voz de Galicia]
Los nuevos aerogeneradores que se están instalando en Galicia multiplican por seis la potencia de los antiguos. A finales de año, la comunidad contará ya casi con 200 parques
Máquinas seis veces más potentes, el doble de altas, dotadas con unas palas de 136 metros de diámetro. Así de monumentales son los nuevos molinos de viento que, sin duda, Alonso Quijano volvería a confundir con amenazantes gigantes de brazos infinitos. La reactivación del negocio eólico en Galicia hará convivir en los montes aerogeneradores considerados ya anticuados, aunque la mayoría no han cumplido la veintena, y con una capacidad media de generación eléctrica de 0,6 megavatios, con otros ultramodernos de 3,6. Seis veces más poderosos.
Los viejitos son pequeños, pero matones. Y, además, todavía son más que mayoría. Aunque no vivirán para siempre.
La comunidad cuenta en la actualidad con unos 160 parques eólicos en operación comercial, en los que el modelo más abundante es el AE46 de 660 kilovatios (0,6 megas) del tecnólogo Made. Existen 546 unidades en explotación que se instalaron entre los años 2001 y 2005, detalla la Asociación Eólica de Galicia (EGA). La torre de cada uno de ellos mide 45 metros de altura y las palas marcan un diámetro similar.
Este año se sumarán al equipo 18 parques nuevos (son los que están en obras ahora), dotados ya con molinos de última generación. El modelo de mayor potencia que se está montando es el V136 del fabricante danés Vestas, de 3.600 kilovatios y casi 90 metros de altura (casi el doble que la torre de Hércules, de 55). Cada una de sus aspas tiene 66 de largo. Estas características permitirán a las promotoras levantar muchos menos aerogeneradores para producir la misma cantidad de energía.
A finales de año, la comunidad contará con casi 200 parques y 4.000 megavatios.
La patronal del sector destacó que este 2019 se batirá un récord, pues nunca antes en un solo año de historia de la eólica en Galicia se habían instalado tantos megavatios de golpe. EGA calcula que serán 575, pero los 18 parques en construcción suman 441 (igualando así la marca registrada en el 2005), aunque podría incorporarse a la lista algún otro.
Según datos de la Consellería de Industria, las empresas promotoras están invirtiendo en la actualidad 467 millones de euros en los 18 parques y generando más de 5.000 puestos de trabajo, entre construcción y mantenimiento.
Las compañías implicadas son Naturgy, con seis instalaciones; la gallega Norvento, con otras tantas; Enel Green Power (Endesa), con tres; e Inverólica de Abella (del grupo Invertaresa, que tiene en liquidación el resto de actividades), con uno. Todos estos parques son de nueva construcción. También se incluyen en este listado una repotenciación de EDP en la Costa da Morte y un incremento de potencia de un parque de Iberdrola.
Los viejos molinos convivirán con estos nuevos unos cuantos años más, aunque a partir del 2020 empezarán a cumplir un cuarto de siglo buena parte de las máquinas. ¿Qué ocurrirá con ellas? Que se quitarán y se colocarán unas nuevas, todavía más potentes que las actuales, teniendo en cuenta lo rápido que evoluciona la tecnología también en este campo.
Hasta el momento, se han llevado a cabo ya cuatro proyectos de repotenciación, pero, de momento, no hay más a la vista a corto plazo.
Pero, ¿qué ha ocurrido para que se dé esta nueva explosión eólica? Que se han vuelto a adjudicar incentivos -tras el parón decretado en el 2013- en subastas de potencia renovable para emprender el camino hacia la transición energética.
También ha ocurrido que la Xunta ha aprobado una ley de implantación empresarial que ha revolucionado todo el sector. Estas son las principales novedades que introduce en el negocio.
Liberalización del sector
La ley de implantación empresarial, de octubre del 2017, no es otra cosa que la adaptación de la normativa autonómica a la ley del sector eléctrico del 2013. Para empezar, liberaliza el negocio y acaba para siempre con los concursos de potencia. Se liberaliza, pero sin caos. «Cualquier promotor puede solicitar la instalación de un parque, siempre dentro de las áreas de desarrollo eólico, claro, pero que lo pueda solicitar no quiere decir que lo pueda construir», explican fuentes de la Dirección Xeral de Enerxía, para aclarar que la Xunta sigue ordenando el sector y dando autorizaciones solo a los que reúnan los requisitos.
Registro eólico
A finales del 2017 se crea un registro de proyectos, para que todo el mundo pueda ver los que hay en cartera. Los promotores ven así también dónde sí podrían construir y dónde no. Desde que se puso en marcha esa ventana, hay 2.200 megavatios eólicos nuevos en previsión de desarrollo, repartidos en 77 iniciativas.
Los proyectos caducan
Los promotores ya no tienen todo el tiempo del mundo para desarrollar sus autorizaciones de parques eólicos. Ahora caducan. Los proyectos autorizados antes de la entrada en vigor de la ley disponen de cuatro años para la puesta en marcha; y los que estaban en tramitación tienen tres para obtener la autorización. Los posteriores a la ley de implantación empresarial cuentan con tres años desde la solicitud para obtener la autorización del proyecto; y otros tantos para la puesta en marcha desde el permiso.
Más fácil repotenciar
Más fácil si el cambio de molinos de viento no implica aumentar la potencia instalada más de un 10 %. En estos casos, se tramita como una modificación de proyecto. Pero todas las actuaciones de este tipo llevadas a cabo hasta el momento han superado esa potencia, lo que se considera una modificación sustancial del proyecto y se tramita como si se tratase de construir un parque nuevo. Por cierto, no hay límite para aumentar la potencia de una instalación ya existente, aunque el promotor debe tramitar una autorización diferente a la original. Estos permisos no tienen una vigencia, como en el caso de las centrales hidráulicas, por ejemplo, porque no se trata de concesiones de explotación de un recurso, sino de autorizaciones administrativas.
La patronal del sector en Galicia calcula que las repotenciaciones incrementarían tanto los megavatios instalados en los parques ya existentes como la capacidad de generación entre un 30 y un 40 %, y que, si ahora están funcionando 2.200 horas anuales, podrán alcanzar las 4.000 con los nuevos molinos.
La sustitución de máquinas se acometerá, pero los promotores aguardan una nueva legislación específica sobre repotenciaciones, que recoja ventajas fiscales y de tramitación, y se acorten los plazos.
Los dueños del viento gallego seguirán siendo los mismos (Acciona, Iberdrola, Naturgy, Endesa y EDP, principalmente), pero asoman actores nuevos como Capital Energy (vinculada a Florentino Pérez) y la gallega Greenalia.