“La orden de ejecución de las fragatas F-110 se firma este semestre y se construirán en Ferrol”
La Voz de Galicia
El vicealmirante Antonio Duelo Menor (Cartagena, 1958) ostenta el mando del Arsenal Militar de Ferrol desde el mes de junio de 2017. Pero ya se siente como en casa. Como almirante jefe celebra el éxito de sus efectivos en las operaciones internacionales, como en la Sophia donde se salvaron 1.200 vidas en el Mediterráneo. Y también destaca la estrecha relación entre la Armada y Navantia, que pronto se afianzará con la orden de ejecución para las fragatas F-110. Admite el impacto de la crisis en su institución. Pero mira al futuro con optimismo y anima a los jóvenes a sumarse a la Armada: “Una profesión que imprime carácter”.
¿Qué supone para usted convertirse en el almirante de Ferrol, una plaza con siglos de historia?
Ferrol es una ciudad vinculada a la Armada desde sus orígenes en el siglo XVIII, que creció en torno al Arsenal: el mejor de Europa en su momento, ejemplo reconocido de arquitectura militar. A lo largo de estos siglos ha mantenido su importancia como base naval. Por todo ello, asumí la jefatura del Arsenal con gran ilusión y consciente del reto profesional ante la responsabilidad del sostenimiento de las unidades e instalaciones navales basadas en el Cantábrico.
¿Qué retos afrontan los buques con base en Ferrol?
Aquí tienen base las cinco fragatas F-100 (31 Escuadrilla y las más modernas de la Armada) y los dos únicos buques de aprovisionamiento de combate, todos en el Grupo 1 de Acción Naval de la Flota. También contamos con cuatro patrulleros y un remolcador de altura, del Mando de Acción Marítima. Los patrulleros realizan labores de seguridad marítima o diplomacia cooperativa. Y las fragatas y buques logísticos participan en la diplomacia preventiva, gestión de crisis o disuasión. Las fragatas se integran en grupos navales permanentes de respuesta de la OTAN, o puntualmente en un grupo de portaaviones de la Marina de EE UU. Y los logísticos también participan en la operación Atalanta de lucha contra la piratería en el Índico (el Patiño), y en la Operación Sophia de lucha contra las mafias de tráfico ilegal de inmigrantes.
Al mando de la operación Sophia se llegaron a salvar 1.200 vidas. ¿Aumenta el orgullo ante semejante logro?
El Cantabria regresó en diciembre de esta operación, cuya misión primaria es luchar contra el tráfico ilegal de inmigrantes y también rescata a todas las personas con dificultades en el mar. El Patiño participa desde diciembre hasta mayo en la Atalanta de lucha contra la piratería en el Índico. En ambos casos hemos logrado el éxito, pues se han reducido drásticamente los incidentes de piratería en el Índico y el tráfico ilegal de personas en el Mediterráneo Oriental. Esto demuestra que los conflictos que afectan a la seguridad hay que afrontarlos en su origen, aunque sea en zonas tan alejadas como la costa de Somalia. El éxito enorgullece y motiva a las dotaciones que ven recompensado su esfuerzo con logros tangibles. Reconforta mucho el rescate de personas absolutamente vulnerables.