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La liquidación de Vulcano abre ya la puerta al traspaso de instalaciones a otro astillero

[Vía Faro de Vigo]

Las firmas interesadas deberán comunicar una oferta al administrador con el compromiso de mantener la actividad.

El ferri se terminó a pérdidas; la deuda ronda los 40 millones

Factorias Vulcano es un tatuaje indeleble en la historia de la construcción naval española. Ha sido uno de los mayores astilleros privados de España, artífice de construcciones novedosas y de gran complejidad técnica y escenario de durísimos procesos de reconversión industrial. También fue capaz, a menudo a trompicones, de alcanzar el centenario. Pero ahora es un pretérito, un nombre que pugnará para que su fama trascienda lo «terrenal» -que diría el poeta Jorge Manrique-y permanezca en el tiempo por sus hitos, y no por los tropiezos. Porque la compañía solicitó ayer la liquidación voluntaria en el Juzgado de lo Mercantil número 3 de Pontevedra, con sede en Vigo, ante la «imposibilidad de hacer frente a los pagos comprometidos y a r obligaciones contraídas». No forzó más su propia historia; aquella aventura que arrancó en 1919 en la calle Canceleiro de Vigo como Talleres La Vulcano se terminó. La fase de liquidación abre la puerta ahora a la concurrencia de astilleros interesados en ocupar sus instalaciones bien mediante subasta (la vía Factoría Naval de Marin) o con la transmisión de la unidad productiva. El desenlace de este proceso dependerá del plan que trace el liquidador y a fin de cuentas, del juez Ese plan será una hoja de ruta de cómo se van a vender los bienes de la compañía. «Dentro de esa fase -explica el abogado Ramón Ozores socio responsable del Departamento de Derecho Concursal de On Tax & Legal-cualquier empresa puede concurrir y hacer una oferta» para que lesea transmitida la unidad pro ductiva Esto es, empleados, oficinas licencias o maquinaria. Con una ventaja, la de asumir únicamente los pasivos laborales de Vulcano. Mediante esta vía el nuevo dueño mantendría la concesión de la Autoridad Portuaria, tanto del espacio que ocupa parcialmente en tierra (25.095 metros cuadrados vigente hasta 2027) como de la lámina de agua, re novada el pasado viernes

LA FECHA

2027

Año en que expira la concesión portuaria

Si se valida la transmisión de la unidad productiva, el nuevo propietario mantendrá la concesión de la Autoridad Portuaria durante el mismo plazo

 

Las opciones

El temor entre potenciales interesados es que surjan «eventualidades no previstas» durante la fase de liquidación, ‘sorpresas que puedan espantar ofertas. Si éstas se presentan, porque ese es el espíritu de la ley concursal, el postor deberá contar con un proyecto que garantice la continuidad de la actividad. En la medida de lo posible, y como pretende la industria y la administración, vinculada a la construcción naval. «Tanto el sector privado como las administraciones públicas deben explorar ahora todas las vías posibles para que el vacío que deja Vulcano, que representa al Vigo más industrial y que ha dado al sector tantos hitos en la construcción naval, no se pierda y pueda reinventarse», apuntó el director de Navalia, Javier Arnau. «Confiamos en que se consiga un proyecto industrial para el astillero que dé estabilidad a esas instalaciones, que sea una industria de futuro y con vocación de permanencia», coincidió el secretario general de Asime, Enrique Mallón. La otra opción es la de la liquidación simple, que implica la venta de sus activos para satisfacer al máximo posible las deudas de la compañía. En ese caso, y si no se transmite la unidad productiva, la concesión de la Autoridad Portuaria quedaría extinguida, y Factorías Vulcano podría verse obligada “a retirar fuera del espacio portuario los materiales, equipos o instalaciones desmontables”. Existe el precedente de Factoría Naval de Marín, cuyas instalaciones quedaron en manos de Nodosa– no como transferencia de unidad productiva– con gran éxito. En el sector mencionan como potenciales interesados a Hijos de J. Barreras o West Sea (sucesora de la también extinguida Estaleiros Navais de Viana do Castelo). Tanto las gradas de Barreras, Freire Shipyard, Nodosa o Armón Vigo registran niveles de actividad que, de media, no se promediaban desde hace una década. Al menos tres pesqueros de capital gallego serán construidos fuera del naval de Pontevedra por falta de espacio. Uno de ellos será para operar en Namibia; otros dos, en Argentina. Causas En la solicitud de liquidación entregada por la empresa-controlada por la familia Santodomingo a través de Astilleros La Mecánica- vincula su desaparición únicamente a los avatares del proceso de construcción del ferri Villa de Teror. El buque, construcción C548 de la atarazana, es un proyecto ejecutado en base a un casco botado en 2007 en la ex- tinta Astilleros de Sevilla, que Vulcano trajo a Vigo con la esperanza de encontrarle comprador, terminarlo y venderlo. Hicieron falta cuatro años para eso. «La entrega de la citada construcción -dice la solicitud de liquidación- se retrasó fundamentalmente por los graves vicios ocultos que aparecieron durante los trabajos de finalización del mismo», tanto los vinculados al sistema de propulsión como a la chapa. Fuentes conocedoras y vinculadas al proceso de construcción reprobaron, a preguntas de FARO, esta argumentación. Máxime teniendo en cuenta que el casco del ferri estuvo en Vigo entre 2013 y 2017, hasta que se firmó el contrato con Trasmediterránea. Vulcano achacó en su día a la naviera parte de responsabilidad en  esos retrasos -como consecuencia de su absorción por parte de Armas y la renovación del logotipo, pero ese motivo no aparece en la demanda de liquidación.

Sí evidencia que el buque, que ayer partió de Vigo al fin, se terminó con pérdidas. «Los importes obtenidos en la liquidación final [del Villa de Teror] no han sido suficientes para abonar todos los pagos pendientes», expone. Según las últimas cuentas anuales disponibles, el calendario de vencimientos de Factorías Vulcano traza pagos pendientes de más de 38 millones de euros hasta el año 2034, incluidos los cinco millones de la multa impuesta por el Tribunal Supremo por provocar la quiebra de Factorías Juliana. El astillero se encomendó durante un no han sido suficientes pa- tiempo a los 3.087.988 euros de indemnización a los que fue conde- nada Wärtsilä por causar retrasos en la entrega del quimiquero Vicuña. La multinacional recurrió al Supremo y aquella tabla de salvación-como la de una oferta de armadores turcos por comprar el 49% de Vulcano-nunca llegó. Al menos a tiempo para salvar la compañía.

Las auxiliares pelearán para recuperar el 25% de la quita

En un proceso de liquidación, y ante eventuales deudas con la plantilla, ésta tiene prioridad en los pagos. Queda por determinar si, dentro del pro- ceso de liquidación, existe una oferta que subrogue parte de los 73 trabajadores (otros podrían ser sometidos a prejubilaciones). En cuanto a la industria auxiliar, la plataforma que aúna a estas empresas se reunirá este miércoles a fin de determinar los pasos a seguir en la fase de liquidación. Su intención pasa por reclamar como créditos contra la masa la «falsa quita» aplicada sobre las facturas que Factorías Vulcano no les abonó desde mayo del año pasado hasta que se retomaron los trabajos de construcción del ferri, el pasado mes de marzo. Sobre ese importe las subcontratas asumieron una quita del 25%, que es lo que ahora pelearán por recuperar ante el liquidador que nombre el juez. Sin ese perjuicio -la plantilla estuvo también más de seis meses sin cobrar- no se habrían retomado las obras a bordo del buque.

 

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