La industria pide adaptar el Impuesto de Sociedades a la marcha de la empresa
[Vía Expansión]
La industria española pedirá al próximo Gobierno “una reducción de la presión fiscal para las empresas con el fin de favorecer su competitividad y su crecimiento”. Uno de sus principales objetivos es “adecuar la tributación del Impuesto de Sociedades a la capacidad económica real de las empresas”. En este sentido, los empresarios quieren que se “elimine la limitación en la compensación de pérdidas o la deducción de gastos financieros”. Actualmente, está en el 30% de los beneficios.
Con ello, la industria, reunida en la patronal CEOE, plantea a los partidos políticos y al próximo Gobierno que tengan en cuenta que las inversiones industriales son, en muchos casos, a largo plazo, y pueden tardar varios años en empezar a convertirse en beneficios.
Así, se recoge en el documento que ha elaborado la Comisión de Industria y Energía de la patronal CEOE, al que ha tenido acceso EXPANSIÓN, y que se titula con las Prioridadesdel sector.
Los empresarios también piden la “exención total” de los dividendos y ganancias patrimoniales, “corrigiendo absolutamente los supuestos de doble imposición tanto nacionales como extranjeros”. Precisamente, los empresarios también quieren que las comunidades autónomas “revisen la dispersión de impuestos” que aplican a las empresas, gravando su actividad.
Como el conjunto de las compañías, la industria resucita su petición de rebaja de las cotizaciones sociales, “que en España son considerablemente superiores a la media de la Unión Europea”.
Otra cuestión que preocupa mucho a las empresa industriales para la competitividad son los costes energéticos. Precisamente, uno de los problemas que alega Alcoa, la multinacional norteamericana del aluminio, para abandonar España. También se quejan de los elevados costes energéticos las grandes empresas nacionales. Por eso CEOE cree que es preciso “alcanzar en el corto, medio y largo plazo, un precio competitivo del suministro energético en España que recoja únicamente el conjunto de costes relacionados con el mismo y con un marco regulatorio estable”.
Los empresarios mandan un mensaje al actual Gobierno y a la izquierda ante los planes de cierre de las centrales nucleares. “No debería ser descartable ninguna fuente de energía, para no perder la capacidad de satisfacer la demanda”. Todo ello es compatible “con la reducción de emisiones [contaminantes] y el diseño de un nuevo mix energético” que permita dos objetivos: cumplir con las políticas y compromisos adquiridos el cambio climático al menor coste posible y, por otra parte, asegurar el suministro, sin perder la capacidad de satisfacer la demanda de energía”. “No se puede renunciar a una tecnología madura que ha demostrado su eficiencia por cuestiones puramente ideológicas”, dicen las fuentes empresariales consultadas. Los empresarios no discuten la necesidad de transitar a una econonomía “neutra en carbono”. Lo que quieren es “disponer de precios energéticos –gas y electricidad– adecuados para que las empresas españolas puedan competir en igualdad en la Unión Europea”.