La industria gallega crece al menor ritmo desde 2014 pese al tirón de automoción y textil
Faro de Vigo
La producción del sector avanzó solo un 1,5% hasta noviembre -La energía se desploma por el golpe de la sequía en las renovables y la actividad agroalimentaria está estancada
La industria fue el único de los grandes sectores en Galicia que cerró el tercer trimestre del pasado año en números rojos. Cayó un 0,3% en comparación con el trimestre anterior. Si hacemos la comparación con el mismo periodo de 2016, la variación tampoco fue demasiado buena. Mientras el conjunto del Producto Interior Bruto (PIB) regional avanzó un 3,1%, la industria lo hizo solo un 1,8%, muy por debajo también de la construcción (4,2%) y los servicios (3,3%). Todo apunta a que el balance de los últimos meses de 2017 se mantendrá en esta misma línea, a la vista de la evolución de la producción industrial en la comunidad. Hasta noviembre acumula un alza del 1,5%, casi un punto menos que la media estatal y el menor incremento de los últimos cuatro años.
Aunque la producción de la industria gallega lleva cinco meses consecutivos, desde julio, con una variación positiva, todavía es insuficiente para compensar las fuertes bajadas registradas el resto del ejercicio, según los datos publicados por el Instituto Galego de Estatística (IGE).
Murcia, con un ascenso hasta noviembre del 9,8%, lidera el incremento del Índice de Producción Industrial (IPI) en España. Le siguen Cantabria (7,6%) y Asturias (7,5%). La actividad aumenta un 4,6% en Aragón; un 3,8% en Cataluña; un 3,7% en Andalucía y Extremadura; el 3,1% en País Vasco; y un 2,7% en Castilla-La Mancha. Con incrementos inferiores a la media nacional están, además de Galicia, Comunidad Valenciana (2,3%), Baleares (2%), Madrid (1,4%) y Canarias y Navarra, ambas con un 0,8%. Castilla y León y La Rioja sufren importantes descensos de la producción, un 5,5% y un 5,7%, respectivamente.
Entre todas las razones que explican la desaceleración de la industria en Galicia durante el pasado año hay una que destaca muy por encima del resto: la vertiginosa caída del sector energético, que pesa mucho en el total de la actividad. Supone cerca del 15% de la producción industrial en la autonomía. La generación de electricidad, gas y agua arrastran un descenso del 12,8% y resta más de dos puntos al índice. Para encontrar un retroceso más grande debemos remontarnos más de una década, al año 2005, cuando caía a un ritmo del 15,4%.
Claramente esto es consecuencia del impacto que el largo periodo de sequía tuvo en el sector energético gallego, con mucha presencia de las fuentes renovables. Faltó agua y viento. Los últimos datos oficiales que hay de Red Eléctrica de España (REE) reflejan un desplome del 70% en las centrales hidroeléctricas de Galicia y alrededor de un 20% en los parques eólicos.
La segunda rama de actividad más influyente en el sector en Galicia es la industria alimentaria. Y está estancada. Su producción no varía respecto al pasado año y tampoco ayuda a animar el IPI. La fabricación de productos minerales no metálicos -vidrio, cerámica y cemento, principalmente- cae un 2,6% y también lastra al conjunto de la producción industrial en la región; y la fabricación «de otro material de transporte» que no son coches -como, por ejemplo, motos o bicicletas- se precipita un 32%,.
El principal músculo de la producción industrial gallega en 2017 fue la confección de ropa. La variación hasta noviembre roza el 20% y aporta, en función del peso que tiene en el conjunto de la industria, 1,1 puntos del crecimiento del índice que mide la actividad. Otro punto procede del metal, que registra un alza del 12,2%. La industria de la madera -sin contar el sector del mueble- se anota una subida del 17,7% y suma ocho décimas al IPI. La automoción, que es la tercera rama más importante dentro de la producción industrial por detrás de energía y alimentación, contribuyete con otras siete décimas. Su incremento supera el 6%, a la espera de los datos de diciembre.