La aeronáutica fija su objetivo en el nuevo dron militar de Airbus
Atlántico
Empresarios del sector confirman su atención en el proyecto, que moverá 10.000 millones en la industria europea
La industria aeronáutica gallega, con epicentro en Vigo, se ha fijado como nuevo objetivo participar en el nuevo proyecto de la multinacional francesa Airbus, un dron militar para los países europeos que permita sustituir la tecnología estadounidense e israelí que se adquiría hasta la fecha.
Airbus, que lidera el proyecto desde la sede de su negocio militar en Múnich (Alemania), se ha aliado con Dassault (Francia) y Leonardo (Italia) para crear un avión para Alemania, Francia, Italia y España. Tendrá una única configuración, de espionaje, y será opcionar incorporarle un paquete de armas. El calendario fija a finales de este año o inicios del próximo el punto para decidir la siguiente fase, de producción, con el objetivo de que el nuevo dron entre en servicio a mediados de la próxima década.
El sector todavía no ha recibido información del constructor de como se distribuirán las cargas de trabajo por países, «pero en cuanto se decidan, intentaremos luchar por los distintos paquetes o proyectos hacia nuestra comunidad», señala Jesús López, presidente de la Unión de Empresas Galegas de Aeronáutica.
Según publica «El Confidencial», la industria española se habría posicionado para recibir la construcción del fuselaje de este Eurodrone de 20 metros de longitud y que generará 10.000 millones de euros en la industria europea. Las empresas aeronáuticas gallegas cuentan con experiencia en el manejo de materiales como la fibra de carbono, cada vez más usado en las aeroestructuras.
La empresa Dassault, de Francia, aportaría la aviónica (los sistemas tecnológicos que incluye el avión), la italiana Leonardo fabricaría las alas, que ya produce una de las alas del caza de combate europeo Eurofighter y una de las plantas de Airbus en Alemania asumiría el ensamblaje final del aparato, que podrían ser Hamburgo, donde ya se ensamblan aeronaves civiles, o Múnich, donde está una de las plantas de ensamblaje del citado Eurofighter.
El presidente del Consorcio Aeronáutico de Galicia (CAG), Enrique Mallón, explica que «creemos que el negocio de los drones puede representar más actividad para nuestra industria aeronáutica especialmente en cuanto a innovación y desarrollo tecnológico se refiere».
Mallón señala que desde el CAG «debemos seguir ampliando nuestra presencia en las cadenas de suministro de la industria aeronáutica mundial y el segmento de drones nos ayuda a ello debido a la implementación de conocimiento y avances en comunicaciones sobre todo».
Este proyecto permitirá a Airbus redimirse de los errores del avión A400M, que ha recibido un menor número de pedidos de los esperados, lo que ha generado menor de carga de trabajo en España de la esperada.
Fuentes de la Xunta señalan que no participarán o impulsarán este proyecto dentro del programa del polo de Rozas, dado el carácter militar del mismo frente al aspecto civil que promociona la Xunta en Lugo. No obstante, señalan que toda carga de trabajo para la industria gallega será positiva.
Lás últimas previsiones de gasto militar del Gobierno de España, antes de la moción de censura, no preveían la adquisición de nuevos drones.