Factorías Vulcano tantea una venta parcial a capital turco para asegurarse su continuidad
[Vía: Faro de Vigo]
El astillero ha firmado el precontrato, ejecutable solo si el inversor compromete al menos un nuevo buque
La casi centenaria Factorías Vulcano -se fundó en 1919- es la única atarazana gallega que no ha aprovechado la recuperación de la industria de construcción naval, que el año pasado selló en Galicia 16 nuevos contratos por importe de 504 millones de euros. En los últimos meses formalizó presupuestos para dos pesqueros rusos, un arrastrero para Iberconsa de 68 metros o los tres fresqueros que Nueva Pescanova enviará a Namibia antes de 2020. Pero no ha cerrado ninguna nueva construcción en los últimos once años y, condenado en firme por el Supremo al pago de 25 millones por causar la quiebra de su exfilial Juliana, su futuro pasa «sí o sí» por conseguir nueva carga de trabajo. Aunque eso implique recurrir a una vía que los propietarios del astillero habían rechazado de forma reiterada: dar entrada a un inversor externo. La compañía, controlada todavía por la familia Santodomingo (a través de la sociedad Astilleros la Mecánica) negocia una venta parcial para salir del dique seco y asegurarse la continuidad. Traspasaría, de formalizarse, algo menos del 50% de las acciones, según pudo saber FARO en fuentes del sector.
Factorías Vulcano ha firmado ya un precontrato con un armador turco, que se ejecutaría solo en caso de que este inversor pusiese en vigor la construcción de al menos un buque antes de final de año. A preguntas de este periódico, la empresa ha declinado confirmar o desmentir la información. No ha trascendido la identidad del empresario turco, país donde la construcción naval está al alza (el sector privado firmó 56 nuevos contratos el año pasado por 223.000 CGT, frente a los 183.000 CGT de los astilleros españoles). En caso de que Vulcano cierre esta operación el nuevo accionista tendría que aceptar los compromisos financieros derivados del concurso de acreedores, una carga que fuentes próximas a la factoría de Teis sería asumible siempre y cuando amarrase nuevos contratos. El desembolso de la sanción impuesta por el Supremo, provisionada en las cuentas, todavía no se ha producido, y está siendo objeto de negociación.
En cuanto al importe de la operación, dependerá de la valoración de Factorías Vulcano cuando se someta a una due diligence. En los últimos estados contables remitidos al Registro Mercantil el astillero dio cuenta de activos por casi 45 millones de euros y un patrimonio neto de 6,6. Al margen de esta operación negociada por la familia Santodomingo -los directivos José Domínguez, José Luis Méndez y Fernando Santodomingo tuvieron que apartarse de la gestión tras el fallo del Alto Tribunal-, en el sector dan alas todavía a la posibilidad de que un inversor asuma las riendas de Vulcano como en su día hizo Nodosa con Factoría Naval de Marín. Esto es, dejar caer Vulcano, que entre en liquidación y después negociar la compra con el administrador concursal.
La empresa ha comunicado unas «líneas básicas» de esta operación a la plantilla, compuesta por 79 trabajadores, que de momento consideran la entrada de este armador turco en el capital como «una posibilidad».
«Tienen ilusión por vender», indicaron desde el entorno del comité de empresa, que este miércoles se reunirá con el director del Igape, Juan Cividanes. La Xunta, de acuerdo a las mismas fuentes consultadas por FARO, está al corriente de las negociaciones.
Al margen de este proceso corporativo Factorías Vulcano continúa pendiente de finalizar el ferri Villa de Teror, encargado por Trasmediterránea, y cuya fecha oficial e inicial de entrega estaba fijada para el pasado 28 de junio. El buque, un proyecto inconcluso de Astilleros de Sevilla, todavía no ha realizado las pruebas de mar.