Empresas viguesas barajan su vuelta a Guixar al sufrir «trabas inéditas» en el PIF de Leixões
Faro de Vigo
Los cambios en el puesto vigués influyen en el planteamiento del regreso de estas firmas
«Ahora en Oporto se ponen problemillas que antes eran impensables», anotan afectados
Una llamada de atención de las autoridades comunitarias o un replanteamiento voluntario de la hasta ahora laxa actitud en la inspección de contenedores. En una de estas dos causas residiría la razón de lo que ocurre desde hace unas semanas en el Puesto de Inspección Fronterizo (PIF) de Leixões, donde ya no se despachan tan rápido los contenedores como los cargados de pesca congelada, e incluso algunos esperan más de 48 horas por el visto bueno para su salida de la terminal. Ante la repetición de «trabas documentales» inéditas hasta ahora en Portugal, varias de las empresas viguesas que desde hace años descargan allí sus mercancías sopesan volver al PIF del puerto vigués animadas también por los cambios en el control impuestos a la plantilla de funcionarios por el Ministerio de Sanidad.
«Ahora en Oporto sufrimos problemillas que antes eran impensables», afirma Juan Uhía. El presidente de la Asociación de Transitarios de Galicia (Ateia) confirma la que define de «novedosa situación» que incluso padeció personalmente en Leixões en su condición de intermediario en la gestión de mercancías. Aunque el portavoz de la patronal no va tan lejos en la comparación que hacen otros colegas de su sector entre el antes y el ahora en la actividad del puesto aduanero luso: «Ya no es aquel famoso coladero, de hecho la actitud de sus inspectores se acerca un poco a los de Guixar, sobre todo en la fase crucial de la importación, el control de documental «, explica uno de los intermediarios consultados por este periódico.
Todas las empresas viguesas que descargan habitualmente sus contenedores en la terminal de Oporto -el 75% de las firmas del sector pesquero asentadas en la ría de Vigo, según una investigación del Puerto que cifra en 7.500 los contenedores perdidos al año- se decantaron por este PIF de Leixões hartas de las cortapisas de los inspectores de Guixar. Incluso asumiendo el sobrecoste del transporte en camión desde Oporto les compensaba importar a través de Portugal al tener garantizada, al contrario de que en Vigo, la descarga de sus mercancías. «Pero así como nos fuimos, si continúan con esta actitud pejillera, podemos volver a Guixar», avisan.
Este planteamiento ya se comenta en algunos despachos de importantes firmas del congelado vigués. Como factor motivador a la hora de sopesar este regreso pesarían los cambios en el organigrama del puesto aduanero de Guixar junto a los de procedimiento documental que hace menos de un mes impuso el Ministerio de Sanidad a los inspectores basándose en un decálogo de propuestas sugeridas por la comunidad portuaria viguesa.
Juan Uhía cree que «todavía es pronto» para aventurar que las nuevas directrices vayan a suponer esa deseada mejora sustancial en la gestión del PIF de Guixar. «Confiamos en que sí, aunque tiempo es lo que se necesitan para que los operadores vuelvan a confiar en el PIF de Vigo», explica. Los intermediarios consultados coinciden con el portavoz de los transitarios si bien ya se marcan plazos. Algunos anuncian un «seguimiento hasta octubre» de la actividad inspectora en Guixar para en función del resultado decidir si vuelven a Vigo o continúan importando por Oporto.