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El Peugeot 2008 de PSA Vigo dispara la contratación en la automoción gallega

[Vía La Voz de Galicia]

El constructor y sus proveedores crearán 3.000 empleos este año, mientras que en España el sector suma 17.000 bajas

El próximo lanzamiento de PSA Vigo está en el horno. Casi listo para su producción en serie, que arrancará en el último trimestre del año. Se trata de la nueva generación del Peugeot 2008, un todocamino cargado de buenas expectativas comerciales, que saldrá de la línea de montaje de PSA a un ritmo de 57 unidades por hora.

Para cubrir las elevadas previsiones de producción, la factoría gallega acaba de lanzar una macrooferta de contratación, para reclutar a 1.000 empleados a partir del verano, que elevarán la plantilla de PSA Vigo por encima de las 6.400 personas. Toda esta nueva carga de trabajo tendrá un impacto directo en el parque de proveedores gallegos que participan en el proyecto del Peugeot 2008, según fuentes sindicales. La estimación es que por cada empleo nuevo creado en PSA se generen 2 en la industria de componentes (hasta hace menos de diez años, esa proporción era de 3 por cada 1 de PSA), lo que se traduce en 2.000 nuevos puestos de trabajo que deberán cubrirse en tiempo y forma para atender la demanda de componentes del nuevo modelo, es decir, también a partir del verano.

De este modo, la plantilla total de la automoción gallega (incluido PSA) superará los 25.000 efectivos al cierre del presente ejercicio, frente los 23.300 con los que acabó el 2018.

Fuentes del sector explican que la industria gallega de componentes del automóvil ha reducido su dependencia del grupo PSA en los últimos años, hasta situarla por debajo del 50 % del total de su producción. Pero la multinacional francesa está fuerte. Se ha venido arriba, gracias al empujón propinado por el portugués Carlos Tavares, y situarse en su entorno es garantía de trabajo y de futuro para el sector.

El propio director de PSA Vigo, Ignacio Bueno, cifró no hace mucho en más de 1.100 millones de euros anuales el volumen de negocio que prevé a partir del 2020 para las empresas de componentes de Galicia que participan en los modelos de la factoría viguesa (aportan entre el 35 y el 40 % de las piezas). De esta suma, 650 millones de euros anuales se destinan a compras para la gama de furgonetas, y el resto al lanzamiento del todocamino de Peugeot.

Mientras esto ocurre en la automoción gallega, que encara un 2020 con aspiraciones de récord, gracias a las más de 500.000 unidades que PSA prevé fabricar en Vigo; el sector se desinfla en el conjunto del país.

Las fabricas españolas de coches acumulan una pérdida de 17.000 puestos de trabajo directos en los últimos seis meses, según los últimos datos de la EPA (encuesta de población activa). Al cierre del primer trimestre, el sector empleaba a 231.100 personas en comparación con las 248.100 que trabajaban en las factorías en el mismo período del año pasado. Solo entre enero y marzo se ha producido un recorte de 5.100 puestos en comparación con los datos del trimestre anterior.

Entre las factorías afectadas destaca la que tiene Mercedes, en Vitoria, que ha rebajado en más de 4.000 unidades su producción prevista. Delicada es también la situación por la que atraviesa Nissan en Barcelona, amenazada por un ERE.

 

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