El metal sufre para captar mano de obra y aún pide 2.000 obreros
[Vía Diario de Pontevedra]
La facturación del sector creció hasta los 13.400 millones en un 2018 en el que consolidó su recuperación. El coste energético, el Brexit y el freno económico en la UE son sus amenazas
La alerta por la falta de mano de obra cualificada que la patronal gallega del metal Asime lanzó hace ya más de un año sigue vigente. Si entonces eran unos 3.000 los operarios especializados que demandaba esta industria-en la que se engloba automoción, naval o aeronáutica-, ahora le siguen faltando en torno a 2.000 profesionales. Con ese déficit, la asociación reconoce que los cursos y acciones formativas desplegados por el propio sector o la administración y los demás intentos para atraer trabajadores no han tenido el éxito esperado a la hora de resolver esa carencia. Lo admitió ayer el secretario de Asime, Enrique Mallón, en la presentación de las principales magnitudes de 2018, cuando el sector alcanzó las 66.684 personas ocupadas de media en el año 3.831 en la provincia de Lugo, un 3,4 % mas que en 2017 . La cifra lleva dos ejercicios seguidos aumentando superada la fuerte crisis que vivió esta industria, y que obligó a miles de trabajadores a hacer la maleta o buscar hueco en otra actividad. Tras ese éxodo forzado, ahora no logra cubrir toda la demanda de operarios que tienen las 3.777 empresas que la componen , y que son un 3,5 % mas . En conjunto facturaron el año pasado 13.414 millones de euros, lo que supone un alza del 3 % con respecto a 2017. Con ese balance, Mallón concluyó que 2018 fue un buen año para la metalurgia, que «consolidó» su recuperación y reforzó su peso del 21 % en el producto interior bruto (PIB) gallego. En todo caso, esta industria no está libre de flaquezas -como esa falta de mano de obra preparada-y amenazas como el Brexit o la desaceleración económica que afrontan países como Alemania, Francia o Italia, que puede lastrar las exportaciones de la automoción, con la planta de PSA en Vigo como su máximo exponente. Entre los desafíos, Asime apunta también al elevado coste de la energía, por restar competividad a las factorías frente a la competencia.
En su comparecencia en Vigo, Mallón repasó las cifras de las principales áreas de actividad del sector y, con respecto al naval, apuntó a la falta de instalaciones para la reparación de barcos- especialmene en la ría de Vigo-y a la necesidad de incrementar la capacidad productiva de los astilleros, que en 2018 consiguieron 15 nuevos contratos para alcanzar los 27 pedidos en cartera AERONÁUTICA. Hubo un sector que no cumplió las expectativas pese a la confianza que Asime te- nía depositada en su crecimiento; el aeronáutico y aeroespacial. Se mantuvo prácticamente «plano», con una facturación de 130 millones y más de 1.200 trabajadores. En todo caso, se prevé un 2019 mejor y las perspectivas para los próximo años son positivas, pues están ligadas a un crecimiento esperado del tráfico mundial de pasajeros». En la actualidad 3 empresas gallegas trabajan di rectamente para grandes fabricantes o proveedores y en los últimos años se ha realizado una inversión de más de 100 millones en este ámbito en la comunidad referente aeronáutico de Europa.