Bruselas teme la táctica española contra el déficit
El Mundo
La Comisión quiere que Montoro cumpla elprocedimiento aunque implique más ajustes
La Comisión Europea está presionando al Gobierno español para que no suspenda adrede el examen final de ajuste público y salga por fin del llamado procedimiento de déficit excesivo.
Según confirman a EL MUNDO fuentes gubernamentales, el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, está haciendo llamamientos crecientes al Ejecutivo para que cierre las cuentas de 2017 con un déficit máximo del 3%, lo que permitiría al Estado dejar el pelotón que necesita control especial de Bruselas. Sin embargo, aprobar ya este examen supondría para España tener que realizar un ajuste adicional este año de 18.000 millones, el doble de lo previsto, según una estimación de la Autoridad Independiente de Reponsabilidad Fiscal (AIReF) publicada el pasado mes por este diario.
La razón es que los países que cumplen con el déficit deben aprovechar su nueva bonanza para reducir con más fuerza sus desquilibrios estructurales, según las reglas de Bruselas. La tentación del Ministerio de Hacienda, como ya publicó este diario, es cerrar las cuentas con un déficit del 3,1%, lo que basta para cumplir el compromiso marcado en el calendario pactado con la UE, pero insuficiente para salir del procedimiento de déficit excesivo. Se convertiría así en el único país que continúa, nueve años después, en el furgón de cola, puesto que Francia saldrá este año.
Moscovici considera que sería muy mala señal que la cuarta economía de la Eurozona fuera aún incapaz de salir. El comisario francés está deseando anunciar que todos los Estados miembros cumplen el requisito de control de déficit del Tratado de Maastricht tras una década de crisis y elevación del gasto público con merma de ingresos.
Para Rajoy también sería un hito político. De hecho, él mismo anunció que así ocurriría las pasadas Navidades, aunque posteriormente el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se ha mostrado cauto y ha advertido de que hasta que no se conozcan los datos definitivos de ayuntamientos sería difícil aventurar si se lograba sujetar el déficit en el 3%. Una solución sería anotarse el éxito y negociar con Moscovici una interpretación flexible de las reglas de ajuste para paliar el impacto en 2018.