«Boeing posicionará a Galicia como referente de sistemas no tripulados»
La Voz de Galicia
«Presentamos un reto tecnológico relevante para la compañía y para nuestros socios gallegos», afirma Eduardo Carillo, director de estrategia y desarrollo de negocio de Boeing
La industria aeronáutica apuesta por Galicia. La comunidad llegó tarde al sector, pero en menos de dos décadas ha conseguido conformar un panel de 30 empresas que trabajan para constructores o proveedores de primer nivel y facturar casi 130 millones (al cierre del 2017). No es mucho para un campo que mueve grandes sumas, pero lo importante es estar. Solo así es posible que el gigante Boeing Company haya acudido a la licitación de la Xunta para poner en marcha un proyecto de tecnología para drones en el CIAR (Centro de Investigación Aeroportada de Rozas). Eduardo Carrillo, director de estrategia y de desarrollo de negocio del constructor estadounidense, explica la importancia de esta aventura.
-Boeing opta a un proyecto de innovación para garantizar la seguridad en los espacios aéreos compartidos. ¿Qué importancia tiene el tema y por qué les interesa ganarlo y estar en Galicia?
-La apuesta de Boeing se centra en el desarrollo de tecnologías que permitan la operación segura de las aeronaves tripuladas y no tripuladas. Entendemos que el desarrollo de tecnologías en este campo tiene más recorrido.
-¿Recorrido de negocio? ¿Con finalidad comercial?
-Sí, porque la misma tecnología es aplicable a distintas plataformas, tiene un impacto global, es aplicable a cualquier mercado y además está más alineada con las capacidades instaladas en nuestro entorno. Por ejemplo, nuestro centro de I+D europeo, Boeing Research & Technology-Europe, tiene su sede en Madrid. Su experiencia se centra en el desarrollo de sistemas y aviónica para la integración y operación de los vehículos aéreos autónomos en aplicaciones no militares.
-Es decir, que el proyecto de Rozas, si lo ganan, se integrará en la red investigadora de Boeing.
-Así es. En España, Boeing ya dispone de equipos técnicos desarrollando tecnologías para la mejora de la gestión de trayectorias y para la de contingencias en vuelo, tecnologías clave para la operación segura de sistemas no tripulados.
-¿Qué opina de lo que está haciendo Galicia para impulsar el sector de los drones?
-Nos parece una iniciativa magnífica y de mucho interés para nuestra empresa. Tenemos intención de hacer un gran esfuerzo para participar con garantías de éxito en esta oportunidad y presentar un reto tecnológico relevante para la compañía y para la industria de los vehículos aéreos no tripulados. Permitirá posicionar, tanto Rozas como a nuestros socios gallegos, como referentes en el desarrollo de tecnologías para drones.
-Hablando de industria aeronáutica, Boeing tiene muy pocos proveedores gallegos. ¿Son ustedes muy exigentes?
-Está Delta Vigo y algunos más. Laddes Works proporciona piezas de fibra de carbono y Udega fabrica la maquinaria para la producción de los cercos de las puertas del 787 Dreamliner, que ensambla Aciturri en Sevilla. Es cierto que somos exigentes. Necesitamos proveedores que miren al futuro con nosotros, que apliquen lo que aprendamos juntos a medida que seguimos invirtiendo en tecnologías.
-La competencia es alta. ¿Qué tipo de proveedores tienen más opciones de trabajar para Boeing?
-Buscamos proveedores que se esfuercen en comprender cómo sus productos y servicios benefician directamente a Boeing y a nuestros clientes. Tienen que ser solventes y estar centrados en mejorar los precios y la eficiencia. Además de mantener una práctica comercial ética.
-España acaba de lanzar un plan estratégico para el desarrollo del sector de los drones. ¿Cómo estamos en relación con lo que hacen otros países?
-España disfruta de una situación privilegiada respecto a otros países del entorno. Disponemos de un tejido industrial, académico y de experimentación muy importante. El CIAR lanzado desde Galicia es un magnífico ejemplo de colaboración público-privada.
-Es un sector nuevo, pero se habla ya de una burbuja de operadores, con más de 3.000 en España y 180 en Galicia. ¿Cómo se va a regular toda esta actividad?
-Es normal que en cualquier nuevo campo de actividad surja el interés de numerosos jugadores, más aún en este terreno, sin prácticamente barreras iniciales de entrada. Como en cualquier sector, el mercado y la regulación ayudarán a ordenar esta actividad. El Gobierno español prevé que el número de vehículos aéreos autónomos aumentará hasta 51.400 en el 2035 y generará miles de puestos de trabajo.
«Es difícil predecir, pero el transporte aéreo del futuro va a llegar a campos inimaginables»
Eduardo Carrillo explica que Boeing Company está acelerando el lanzamiento de avances innovadores en el mundo de los aviones autónomos. En el 2017, la compañía puso en marcha una nueva célula de investigación, Horizon X, para descubrir y desarrollar tecnologías emergentes, modelos de negocio y oportunidades de mercado.
-¿Dónde está el mayor potencial de negocio de los drones, en temas militares o civiles?
-El origen es esencialmente militar, pero el mercado civil, una vez que consiga emerger, puede ser considerablemente mayor que el militar. Lo que cabe esperar es que, a medida que el mercado civil se consolide y madure, se produzca transferencia tecnológica entre ambos contextos, el militar y el civil, además de un proceso de simplificación y de especialización de los actores.
-Boeing lidera proyectos pioneros en innovación, como el taxi aéreo sin conductor, o iniciativas que a día de hoy parecen ciencia ficción. ¿Cómo cree que será el negocio aeronáutico del futuro, y qué papel tendrán los drones?
-Es muy difícil predecir el futuro, pero iremos por delante. Durante casi un siglo Boeing ha hecho posible casi lo imposible, y esa es la línea a seguir. Recientemente hemos presentado el prototipo del nuevo vehículo eléctrico de despegue y aterrizaje vertical destinado a revolucionar el sector del transporte aéreo. Actualmente tenemos una convergencia de tecnologías -propulsión eléctrica híbrida, despegue y aterrizaje vertical- y autonomía, que van a permitir el transporte aéreo en campos inimaginables hasta ahora, por ejemplo, en las plataformas de carga a gran escala. Boeing tiene una trayectoria incomparable, y un enfoque sistemático para entregar soluciones que darán forma al futuro de los vuelos autónomos.