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Ayuntamiento y Puerto abren una nueva etapa de colaboración en la discrepancia

[Vía La Voz de Galicia]

Rey plantea a Losada un frente común para negociar la deuda de punta Langosteira

La alcaldesa, Inés Rey, y el presidente del Puerto, Enrique Losada, se esforzaron ayer en escribir un punto y final al enfrentamiento de cuatro años entre el Ayuntamiento y la Autoridad Portuaria. Tras su primera reunión, en la que visitaron el puerto exterior de punta Langosteira, ambos subrayaron que se abre una «nueva etapa», que debe regirse por la «cooperación», la «lealtad institucional» y la «voluntad de servicio público», aunque haya discrepancias sobre la forma de abordar los problemas de dos instituciones claves para la ciudad.

La deuda de Langosteira. Un frente común. Losada recordó que en el 2021, el Puerto necesitará 30 millones de euros en ingresos extraordinarios para pagar los créditos que permitieron la construcción del puerto exterior. El presidente del Puerto recordó que una salida es el protocolo firmado en el 2018 por Fomento, Puerto y la Xunta por el que la Administración gallega se comprometía a aportar 20 millones de euros para mantener la titularidad pública de los muelles de Batería y Calvo Sotelo.

El protocolo invitaba a sumarse a otras administraciones que hiciesen aportaciones para formar un condominio sobre los terrenos. Pero otra vía es la condonación total o parcial de la deuda por parte del Estado. Enrique Losada no la rechazó, e Inés Rey propuso que ambas instituciones unan sus fuerzas para negociar esa posibilidad con el próximo ministro de Fomento. La intención de la regidora es «ir de la mano con respeto institucional por el bien del Puerto y especialmente de la ciudad».

Tren al puerto exterior. Reivindicación común. Tanto el gobierno local como el Puerto consideran que la conexión ferroviaria de Langosteira es fundamental para la operatividad del puerto exterior y para la economía de toda el área. El futuro del proyecto, sin embargo, también está condicionado por la formación del Gobierno central, ya que la financiación de esa infraestructura, dado el endeudamiento que afronta la Autoridad Portuaria, deberá depender del Estado.

Terrenos portuarios. Un consorcio, o no. La resolución de la deuda de Langosteira afecta al futuro de los terrenos portuarios, ya que, según los convenios firmados para iniciar la obra, esta se financiaría a través de la urbanización de esa zona.

Losada planteó que en una primera fase se busque una fórmula para decidir el futuro de los muelles de Batería y Calvo Sotelo, que quedarán liberados a corto plazo -por lo que podrían ser claves para sortear el escollo económico que el Puerto afrontará en el 2021-, mientras que la solución para el muelle petrolero se plantearía más adelante, ya que como muy pronto no quedará liberado hasta el año 2027.

Rey no rechazó ese planteamiento en dos fases, pero sí insistió en que la gestión de los terrenos se desarrolle a través de un consorcio en el que deben tener presencia todas las administraciones competentes. El planteamiento de la regidora sigue el ejemplo de Bilbao, cuyo modelo de gestión se considera un éxito.

Losada no descartó esa fórmula, pero insistió en que todavía es pronto para llegar a conclusiones. Insistió en que habrá «algún mecanismo» para abordar los «objetivos de futuro».

Además del consorcio, la otra propuesta que está sobre la mesa es la formación del citado condominio planteado en el 2018, que formarían las administraciones que aporten fondos para garantizar la titularidad pública de los terrenos y el Puerto como propietario original de los mismos.

El debate entre ambas fórmulas, o incluso en que sea una empresa pública la que gestiones los terrenos o parte de ellos, se abrió en el anterior mandato, pero dado el enfrentamiento abierto entre el anterior gobierno local con la Autoridad Portuaria y Puertos, apenas se registraron avances.

La deuda municipal. Decisión jurídica. Durante la reunión, Enrique Losada recordó a la alcaldesa que el Ayuntamiento todavía debe 4,8 millones de euros a la Autoridad Portuaria por la reforma de la Marina y el Parrote. Esos trabajos terminaron a principios del mandato pasado, pero el anterior gobierno local se negó a abonar los fondos.

Esa decisión provocó el estallido de un conflicto judicial entre ambas entidades que todavía sigue pendiente de resolución.

Rey señaló que ese asunto se abordará con los servicios jurídicos municipales lo antes posible, una vez que se nombre a un nuevo director para esa área.

Relación institucional. Compromiso de diálogo. La reunión entre la alcaldesa y el presidente duró cerca de una hora. La regidora firmó en el libro de oro de la Autoridad Portuaria y a continuación ambos visitaron el puerto exterior. Rey acudió acompañada del concejal de Urbanismo, Juan Díaz Villoslada, y a la visita al puerto exterior se sumó el director de la Autoridad Portuaria, Juan Diego Pérez.

El tono fue menos tenso que en el mandato anterior, que arrancó en el 2015 con una crítica a fondo del recién llegado gobierno local de la Marea contra el Puerto por la ejecución de las obras de la Marina. Aquel conflicto se enconó y la relación no se recuperó en los cuatro años siguientes.

El presidente del Puerto fue quien más agradeció ayer el cambio de dinámica. Subrayó que «con independencia del partido [Rey es socialista y él fue nombrado por el Gobierno gallego del PP] lo cierto es que la lealtad es para con los ciudadanos». También se preguntó «con quién no tenía problemas la anterior corporación», y añadió que «no es un problema de partidos, es un problema de personas, si hay lealtad y respeto, el resto viene por añadidura».

El gobierno local reabre el diálogo, pero no tiene con quien hablar en Madrid todavía

La estrategia del gobierno local de primar el diálogo ha dado hasta ahora los frutos que puede dar en una fase tan temprana del mandato: se han alcanzado acuerdos en el Ayuntamiento para que la corporación pueda funcionar, y se ha recuperado la cordialidad mínima con la Autoridad Portuaria. Habrá que ver si da resultados similares con la Xunta. No con su presidente, Alberto Núñez Feijoo, que durante el anterior mandato se mantuvo por encima de las escaramuzas con el gobierno local; sino con sus consellerías, con las que hubo distintos enfrentamientos.

Pero el diálogo debe ir más allá de Galicia, porque gran parte de los principales proyectos pendientes en A Coruña, de Alfonso Molina y el Vial 18 al tren a Langosteira, dependen del Estado. Pero en Madrid, los interlocutores del Gobierno central están en funciones, lo que obliga al Ayuntamiento y a la ciudad a mantenerse a la espera de que se resuelva la investidura.

El presidente de la Xunta y la regidora mantendrán su primera reunión el próximo lunes

La alcaldesa, Inés Rey, y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, mantendrán el próximo lunes su primera reunión tras la investidura de la regidora. En principio, el encuentro tendrá lugar en el edificio de la delegación provincial del Gobierno gallego, en Nuevos Ministerios.

Como sucedió con el Puerto, las relaciones del Ayuntamiento con la Administración autonómica también fueron complejas durante los últimos cuatro años.

Así, gran parte del encuentro tratará sobre asuntos pendientes desde el anterior mandato, como el centro de salud de Santa Lucía o la construcción de la estación intermodal, que en A Coruña deberá financiar el Gobierno gallego después de que se perdiese la oportunidad de pagarla con fondos de la Unión Europea.

Otros asuntos clave serán el proyecto de la Ciudad de las TIC, y el futuro de las instalaciones sanitarias de la ciudad. La Xunta ya anunció hace meses su intención de ampliar el Chuac o levantar un nuevo hospital. Ambas iniciativas requerirán la colaboración del Ayuntamiento.

 

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