Alcoa tiene quien compre sus fábricas
[Vía Faro de Vigo]
El grupo asegura que varios de los candidatos a adquirir las plantas de A Coruña y Avilés reúnen los requisitos, pero piden un marco eléctrico estable que aún no hay.
El último dato facilitado por el secretario general de Industria, Raúl Blanco, es que cinco inversores han presentado ya a Alcoa ofertas no vinculantes para adquirir las fábricas de A Coruña y Avilés. Además, otros cuatro las estarían preparando. La hora de la verdad llegará a finales de este mes, para cuando habrán de concretar ya las propuestas de compra en firme. La multinacional quiere cerrar el trato antes del 30 de junio. Si no lo consigue, clausurará definitivamente la parte de fabricación de aluminio primario de las plantas -apagadas ya temporalmente desde mediados de febrero- y despedirá al 43 % de los casi 700 trabajadores. Se quedaría solo con las fundiciones y 205 operarios (114 en A Coruña y 91 en Avilés).
A los trabajadores les va la vida en que la venta llegue a buen puerto. Pero los sindicatos no se fían de Alcoa. Siguen creyendo que prefiere cerrar las electrolisis en lugar de colocárselas a un inversor, que, al fin y al cabo, se convertiría en competencia de la fábrica de aluminio de San Cibrao, la única que conservaría la multinacional estadounidense.
Por eso, algunas fuentes aseguran que a la empresa no le gusta ninguno de los aspirantes. Pero los portavoces oficiales de la compañía niegan tal extremo. Es más, recuerdan que adquirieron el compromiso firme de buscar un salvador para las fábricas cuando firmaron el acuerdo laboral con los comités. Y así lo están haciendo. Eso sí, avanzan que tiene que tratarse de una oferta viable y seria y que, además, reúna los requisitos pactados con los sindicatos. A saber: que asuma el 100 % de la plantilla de las fábricas y que maneje un plan industrial de futuro para las mismas. Es decir, no se aceptan especuladores ni candidatos que quieran trocear el negocio.
Y hay algunas propuestas que responden a ese perfil, según Alcoa, aunque fuentes de la multinacional recordaron que las conversaciones están aún en fase preliminar y que será a finales de mes cuando se verá finalmente cuántas ofertas vinculantes se presentan. Eso sí, todas piden una condición que no está en manos del grupo con sede en Estados Unidos, sino del Gobierno. Se trata de un marco eléctrico estable que no existe, que garantice unos costes de producción competitivos. No solo a Alcoa, sino a todas las industrias con un elevado consumo energético, como Ferroatlántica, Megasa o Celsa..
El Ejecutivo tenía previsto aprobar un estatuto con medidas, pero lo ha aplazado.
Frente común de los trabajadores de Celsa, Alcoa y Ferroatlántica.
Los comités de empresa de las factorías de Alcoa en A Coruña y en San Cibrao, de Ferroatlántica en Sabón y en Cee-Dumbría, más el de Celsa Atlantic, se han unido como una piña para reclamar de forma conjunta una tarifa eléctrica estable que garantice la viabilidad de las plantas. Así, han acordado celebrar una manifestación conjunta para el próximo lunes, día, 20, en Santiago, para reclamar «que no se demore más» la aprobación de un estatuto que regule el sector.
La marcha partirá a las 11 horas desde el estadio de San Lázaro y concluirá en la sede de la Xunta con el lema Por un futuro para la industria electrointensiva.
El presidente del comité de empresa de Alcoa en A Coruña, Juan Carlos López Corbacho, sostiene que «falta regulación» para las empresas electrointensivas y que están teniendo «muchos problemas» por ello, hasta el punto de que se encuentran en una «situación límite». De hecho, los trabajadores del resto de las plantas, además de Alcoa en A Coruña, «ven esta situación nuestra como una posibilidad para ellas si no se arregla», por lo que la «preocupación es máxima».
Los comités de las cinco factorías reclaman a la Administración central que «toca ya regular esta situación con un estatuto» y a la Xunta, «todo lo que tiene que ver con la industria, que tiene competencias y las tiene que hacer valer para proteger la industria emplazada en Galicia». «Pedimos que se pongan las pilas y regulen esta situación a nivel europeo, que se tenga en cuenta que España es una isla energéticamente hablando», abundó Corbacho.