La parte empresarial del convenio del metal rechaza manifestaciones ante empresas concretas
La parte empresarial negociadora del convenio colectivo del sector metal de Pontevedra (Asime, Atra e Instaelectra) ha mostrado su rechazo ante la intención de la parte sindical de convocar manifestaciones ante empresas individuales.
“El derecho de manifestación es libre, democrático y constitucional, pero no es de recibo ni una actitud adecuada convocar manifestaciones ante empresas concretas del sector, ya que no olvidemos que este es un convenio que afecta a más de 2.300 empresas y 30.000 trabajadores. Individualizar y focalizar la presión en empresas específicas de la patronal va en contra de la propia naturaleza de la negociación de un convenio sectorial”, declaran desde las tres asociaciones empresariales.
Tras 14 reuniones de la comisión negociadora, la negociación se paralizó la semana pasada por falta de acuerdo. La parte empresarial entiende que se debe esperar a que se acerquen posturas y a que las perspectivas del sector sean más claras para poder avanzar en la negociación, dado el clima de incertidumbre e inestabilidad económica que impera en estos momentos.
Las propuestas encima de la mesa sobre las que no hay acuerdo obedecen fundamentalmente al porcentaje de incremento salarial y al momento del pago de la indemnización por eventualidad.
La parte sindical solicita un incremento salarial del 0,5% en 2020 y 1,5% en 2021, acompañado de una paga lineal anual de 100€/trabajador no consolidable en el salario.
Por su parte, la parte empresarial, en su última propuesta, se mostró dispuesta a hacer un esfuerzo económico de subida salarial de un total del 2% para los años 2020-2021, siempre y cuando se modifique el artículo 12 del convenio, procediendo al pago de la indemnización de eventualidad al final del contrato y no mes a mes como rige actualmente, algo que consideran “anacrónico, fuente de problemas jurídicos y no acorde a un convenio del siglo XXI”.
Desde la parte empresarial declaran: “Estamos dispuestos a retomar las negociaciones siempre que haya un acercamiento real de las posturas, algo a lo que no contribuyen convocatorias de manifestaciones como estas, que solo generan mayor crispación y dificultan el consenso”.